16. Salida con Marcos

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Cuando desperté, Eric no estaba a mi lado. Miré en el lavabo y tampoco estaba, ni en la cocina, ni en el comedor. Ya estaba volviendo a nuestra habitación cuando lo encontré saliendo de un lugar que desconocía, aparentemente el cuarto de alguien.

- Oh Júlia... Ya has despertado.- Se acercó a paso ligero y me apretó fuerte entre sus brazos.

- Sí, ¿Y tú? ¿Hace mucho que estás despierto?

- No demasiado, quizá una hora.- Asentí y los dos nos fuimos a la habitación donde habíamos dormido. - Marcos es muy simpático, me cae muy bien.- Todo mi cuerpo se tensó. Justo tenía que ser Marcos. Si él supiera...

- A mí no me cae demasiado bien, me da mala espina.

- ¿Bromeas? Me ha estado contando un poco de él y no da la impresión de ser mala persona, todo lo contrario.

-Bueno... Da igual.

- ¿No me vas a dar un beso de buenos días, cariño?- Oír eso hizo que una sonrisa gigantesca se formara en mi cara. Me atrajo hasta él y antes de besarnos me miró profundamente a los ojos. - No hay persona más bonita que tú- Llevó su mano a mi mejilla y depositó en ella una dulce caricia haciéndome cerrar los ojos y suspirar. A los segundos los abrí y Eric me estaba mirando con una enorme sonrisa. - Y cada día que pasa te veo más preciosa todavía- Otra sonrisa se formó en mis labios. ¿Cómo no acabar perdidamente enamorada de él? Era totalmente imposible.

Acabó con el espacio que nos distanciaba y me besó tiernamente pero fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta. Alguien estaba picando. A regañadientes nos separamos y Eric chistó en contra haciéndome reír, puso sus manos en mi espalda y me volvió a juntar a él, pero las agarré para apartarlas y me deshice de ese momento para ir a abrir la maldita puerta que no dejaba de hacer ruido a causa de los golpetazos que daba la persona que la estuviera aporreando. Fui a abrirla y me encontré a Marcos. Al verme, sonrió y Eric se acercó corriendo hasta quedar detrás mío y apoyar su barbilla en mi hombro derecho.

- Hola Eric, unos amigos me han invitado a salir. ¿Te quieres venir?- Le miré y él hizo lo mismo.

- ¿Puedo?- Preguntó.

- Yo no soy quien para decirte que hacer y que no hacer, eres libre de hacer lo que quieras.- Fui hacia la cama y me senté en ella cogiendo un libro de mi maleta, mostrando indiferencia aunque en realidad, no quería que se fuera, y menos con él.

- Júlia...- Levanté la vista del libro y los dos me estaban mirando. Marcos me guiñó un ojo y Eric me miraba serio.

- ¿Sí?

- Si te da igual, pues voy.- Encogí mis hombros y volví mi vista al libro.

Se escuchó un fuerte suspiro y después un portazo. Levanté de nuevo la vista con la esperanza de que Eric estuviera mirándome con esa preciosa sonrisa y diciéndome que prefería quedarse conmigo pero no estaba ahí, se había ido con Marcos. Tiré enfadada mi libro a un lado y fui a buscar a Maria. La encontré en la cocina preparando la comida.

- Buenos días Maria.

- Buenos días Júlia, ¿Qué tal has dormido?

- Genial, muchas gracias por todo.

- No es nada, no te preocupes, es un placer teneros aquí.- Estuvimos unos segundos calladas, no sabía que decirle. - He visto que Eric y Marcos se han ido por ahí, ¿No has querido ir tú?

- Tampoco me han invitado.- Sonreí para dar a entender que no me importaba.

- Oh...

Por la puerta apareció Lucas.

- Buenos días- Dijo con la voz ronca, seguramente se acababa de levantar.

- Buenos días.- Saludamos las dos prácticamente al unísono.

- Bueno, yo me voy para arriba ¿Vale?- Los dos asintieron y yo fui de nuevo a la habitación.

Cogí el libro y lo empecé a leer. Ya lo había leído como mínimo cinco veces, pero era tan bonito que lo iba a volver a leer.

A las dos horas, unos murmullos se escuchaban y presté atención:

- ¿A qué Claudia está muy buena?- Era la voz de Marcos.

- Sí, es guapa. Y el vestido que llevaba le quedaba genial.- Eso lo había dicho Eric.

- Pues creo que le gustas por como te miraba y lo que se acercaba a ti.- La sangre me empezó a hervir. La puerta se abrió y me lo encontré sonriendo y Marcos diciéndole algo al oído. Me estaba cabreando.

- Hola Júlia- Me saludó Eric. Le miré y rápido desvié la vista sin contestarle.

- Bueno, yo me voy. Hasta luego.- Marcos se fue y Eric y yo nos quedamos solos.

- ¿Qué te pasa cielo?- Se sentó a mi lado y me quitó el libro de las manos, poniéndolo a su lado. Me atreví a mirarle.

- Nada Eric, nada. Ahora, si no te importa, dame el libro.- Estiré mi mano para que me lo diera pero lo único que hizo es tirar de mí para quedar encima de él. Intenté apartarme pero me agarró fuerte de la cintura y no pude hacer nada contra su fuerza. Nos dio la vuelta y agarró mis brazos con sus manos.

- ¿Qué he hecho mal?- Me miraba serio.

- Ves y hazle esto a Claudia, a mí déjame en paz Eric.- Intenté apartarme con todas mis fuerzas pero no conseguí nada, sólo que hiciese más presión y acercara más su cara a la mía.

- Eres tan tonta... ¿Has escuchado nuestra conversación en el pasillo?- Asentí. - Claudia es guapa pero tú eres preciosa. Claudia está buena, sí, pero tu cuerpo debería ser pecado, tú estás más que deliciosa. ¿No te das cuenta? Que la chica que me tiene totalmente loco eres tú, no ella. Que me tienes tan enamorado...- Esa contestación me dejó fuera de juego. Soltó mis manos y las pasé por detrás de su cuello para acercarle ferozmente a mí. Nuestros labios se movían salvajemente. El levantó un poco mi camiseta y pasó sus manos resiguiendo la curva de mi cadera delicadamente.

- ¡A comer chicos!- Gritó Maria.

- No puede ser...- Murmuró Eric encima de mis labios. Reí y le aparté para poder moverme. Se sentó en el borde de la cama y yo me senté encima dejándole sorprendido.

- ¿Tan guapa es Claudia?- Susurré en su oído. Él negó con la cabeza y sonreí al verle así. - Porque si te gustara ella- Pasé mi mano por encima de su torso. - Podría hacerte cambiar de opinión ¿Sabes?- Dejé un beso detrás de su oreja y un escalofrío recorrió su cuerpo. Suspiró pesadamente.

- O paras o no podremos bajar a comer.

- Claramente elijo quedarme aquí contigo- Rió.

- Me encantaría quedarme aquí contigo pero mejor bajamos a comer y luego continuamos ¿Vale?- Se levantó conmigo encima y me dejó en el suelo para después guiñarme juguetonamente el ojo. Le cogí de la mano y bajamos al comedor.

Continuará...

He conseguido colgar el capítulo gracias a un amigo que me ha cedido sus datos del móvil al ordenador un minuto. Lo cuelgo porque creo que lo debo y ya está. Lo escribí y aquí está.

¿Seguirás mucho tiempo Júlia y Eric en esa casa? ¿Marcos llevará a Eric por el camino equivocado? ¿Si lo hace, qué pasará con Júlia?

Gracias por leerla <3 Votad y comentad que os parece <3 Me gustaría agradecer desde aquí los mensajes de apoyo y cariño de unas chicas increíbles de Colombia. Gracias chicas. También los votos nuevos que está recibiendo la historia y los comentarios. Gracias, de verdad <3 Sois geniales.

Vete, pero quiero que te quedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora