Capítulo 78

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El accidente había sido grave, dos personas habían muerto, Fabián estaba en cuidados intensivos y otro más seguía en observación. Johanna, era quién mejor librada había salido. Solo tenía un brazo roto y un latigazo cervical que la obligaba a usar collarín.

—Escuché que el doctor dijo que te salvaste por haber llevado el cinturón. Fabián sigue grave y parece que la policía está esperando que se recupere —dijo Sonia.

Se había quedado en la habitación con su prima.

—No me hables por favor, no me siento bien.

Al teléfono

—¡¿Cómo que la dejaste?!

—Tuvimos un problema Carol, y no estaba de humor para aguantarla.

—Jeremy me urge hablar con ella. Johanna y mi hermano tuvieron un accidente.

—Lo siento Carol, pero Fernanda bebió ayer, se puso muy grosera y preferí dejarla. Le pedí a Jordi que la cuidara.

—¡¿Fernanda estaba borracha?!

—Sí, luego te cuento bien. ¿En qué hospital están?

—Ya te paso la dirección, pero por favor, ayúdame a localizarla.

«Sabía que Johannita, no podía estar en ese estado por sí sola. Seguramente Fernanda, tuvo algo que ver con lo que pasó» pensó doña Irene.

En su corazón de madre se negaba a creer que Johanna era una borracha y drogadicta, como demostraban los resultados. El escuchar que Fernanda, había estado en ese mismo estado le daba suficiente razón para pensar que Fer, era la mala influencia. Junto a Fabián.

—Qué bueno que llegaron —dijo doña Margarita.

Mauricio y Fernanda, recién llegaban.

Si bien, no eran familia directa de Fabián, era el hijastro de su hermana y quería apoyar a su familia.

—¡¿Qué fue lo que pasó?!

—No lo sé bien, Mara no me dio detalles. Tú papá está hablando con Emilio.

—Fabián está muy delicado, pero aún no nos han dicho nada, pero también está la policía y parece que se quieren llevar a mi hermano detenido porque era el que estaba manejando —agregó Carolina.

Estaba bastante preocupada.

—¿Johanna, saben en qué habitación está? —preguntó Fer.

—Sí, en la 214.

—Gracias, voy a verla. Lo siento mucho Carol.

—No te preocupes, luego hablamos.

Fernanda se fue a ver a su hermana, y Mauricio a buscar a su papá y don Emilio. Su experiencia como abogado en ese momento era lo más necesario, más que como familiar.

—¡¿Cómo se te ocurre aparecerte por aquí?! —cuestionó doña Irene, recién la vio entrar—. ¿Acaso no te bastó con lo que pasó con Beatriz, cómo para que ahora pongas la vida de tú hermana en peligro? Johanna, no es tan fuerte como tú, ella es más inocente. No puedo creer, que seas tan irresponsable.

Los lentes oscuros que usaba no ayudaban en nada, y, al contrario. Le terminaban de dar la razón a las sospechas de su mamá.

—No sé qué pasó, pero no te voy a permitir que me hables así, y mucho menos que me culpes de algo que no tenía ni la menor idea que había pasado.

—No te hagas la tonta. Sabes muy bien que fuiste tú quién ha sido un mal ejemplo para Johanna, si no, mírate. Está claro que bebiste anoche.

—Sé que siempre has creído que yo soy la mala y lo que quieras, pero Johanna no es ninguna bebé como para que me culpes a mí de sus acciones. Es la primera vez que me pasa algo así, y te juro que nunca más en mi vida va a volver a suceder, pero que creas que yo soy la responsable de lo que sucedió, se me hace una bajeza.

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⏰ Última actualización: 8 hours ago ⏰

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