Capítulo 23 ┋ Sangre.

1.6K 154 36
                                    



Las lágrimas no caen de mis ojos, es como sí el impacto me hubiera secado por completo. Mi cuerpo tiembla descontrolada, mientras que escucho como Alex me habla, intentando sacar alguna palabra de mí. Todos mis pensamientos se mezclan en mi cabeza, logrando que las palabras que quiero pronunciar se traben en mi garganta, ahogándome, quemándome; la presión crece y crece al recordar lo que hice. Mis ojos se dirigen a mis manos, en donde veo la roja sangre, ya seca, que me tortura la cabeza y agobia mi mente. Mi interior grita, desgarrándose, rompiéndose, destruyéndose de a poco, mientras que por fuera estoy inmutable, sin expresión alguna que indique que mi mente es una gran tormenta que arrasa con todo, que genera el peor de los caos, que los huracanes con nombre de personas me alejan las ideas claras, reemplazándolas por oscuridad que decide quedarse por un largo tiempo. Soy mi peor pesadilla.

Intento limpiar con fuerza mis manos contra mis vaqueros, sin importarme que el ardor penetre mi piel. Mis ojos están abiertos de manera horrorizada, mientras que Alex sigue hablándome, intentando detener mis frenéticos movimientos. Estoy tan consumida, estoy tan arruinada, que cada acción que hago se vuelve repetitiva, martillando mis pensamientos.

—Cálmate, por favor. —ruega. Me detengo con brusquedad, posando mis ojos sobre los suyos.

—Dime que Liam está bien. —imploro, dejando rodar una cristalina y tibia lágrima por mi mejilla, hasta que esta desaparece entre mis labios. Una mueca es la respuesta que recibo. Todo mi cuerpo convulsiona en infinidades de espasmos lagrimosos que parece no querer detenerse. Poniendo mis manos sobre mi cabeza, me doy fuertes golpes a mí misma, a lo que Alex quiere detenerme—. ¡¿Qué me está pasando?!

Lloro con fuerza. Es como sí mi cabeza hubiera puesto un bloqueo a mi mente, impidiendo que los malos recuerdos me llenen. ¿Qué fue lo que hice? ¿Qué sucedió?

—Necesito... Necesito... Necesito llamar, merezco hacer una llamada. Es...Esto fue un error, ¡¿Qué fue lo que sucedió?! —me rompo en diferentes partes, mi alma esta marchitada, drogada, borracha. Mis propios gritos internos son como diminutos cristales que atraviesan mi piel, cortando todo a su paso, tiñendo mi cuerpo de sangre oscura, no roja, sino oscura. Estoy en pleno éxtasis de perder la poca cordura que albergo. Alex me tira una mirada de pena, para dirigir su mano dentro de su propio bolsillo, retirar su celular y extenderlo a mi dirección. Sin dudar, lo tomo entre mis manos, como si fuera mi gran tesoro que no quisiera romper o perder: Fácilmente estoy empezando a creer que todo a mí alrededor se rompe, se derrumba todo lo que creí tener perfectamente armado a mí placer.

—Te presto mi celular. —habla bajo, para que sus compañeros no lo escuchen—. Tienes diez minutos, luego tendrás que ir a ser interrogada. No te dejaré en ningún momento, lo prometo.

Una lágrima cae por mi mejilla, la cuál limpio con mis dedos, para asentir con un movimiento de cabeza. Él me hecha una última mirada, para alejarse con cautela unos prudentes pasos, otorgándome la privacidad necesaria. Las yemas de mis dedos tecleando el número al que quiero llamar, tiemblo sin control y a veces aprieto una tecla que no es. Cuando consigo mi objetivo, coloco la pantalla sobre mi oreja, para escuchar como tres pitidos después, la voz femenina y ronca me responde, esperando a que hable:

—¿Mamá? —pregunto, ahogándome con mis propias lágrimas y el nudo en mi garganta—. Mamá, soy yo, Maggie. —tapo mi boca con mi mano, reprimiendo un sollozo—. Mamá, lo siento mucho, lo siento mucho, no quise hacerlo, por favor, perdóname...

Horas antes...

Llegué al hospital lo más rápido que pude, obligando a Liam que evite incluso los semáforos. Para la suerte de ambos, ningún oficial nos detuvo. Solo nos ganamos alguna que otra palabra no muy agradable de personas que iban conduciendo. Entrando a los pasillos, dejo atrás a Liam, que muy apurado intenta seguir mi paso.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora