Capítulo 35 ┋ Temor.

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Dan aparece en mi campo visual y respiro aliviada, tragando con dificultad. Él me sonríe en forma de saludo y me obligo a reaccionar y guardar la carta debajo de las sábanas, dejando a la vista solo el oso de peluche que, dicho sea de paso, quiero aventarlo por la ventana de lo perturbador que me parece. Él estuvo aquí, quien me hizo esto a mí, a Laura, quien asesinó a Sofía estuvo en mi habitación, y lo más probable es que haya sido mientras dormía. Pero, ¿en que instante? Sí Liam anoche durmió aquí...

—¡Hey! ¿Cómo estás? —pregunta, adentrándose a la habitación con las manos en los bolsillos.

—Bien, me duele un poco la cabeza, pero intento estar bien. —me esfuerzo por sonreír, pero en estos momentos no puedo dejar de sentir que el oso arde entre mis dedos. Veo que se sienta en el borde de la cama, y sus ojos se posan sobre el objeto que tanto me incómoda.

—¿Y eso?

—No sé, lo vi sobre la mesita y llamó mi atención. —digo, intentando sonar lo más natural posible—. ¿Sabes hace cuánto está aquí? O más bien, ¿quien estuvo en mi habitación, además de los que ya conocemos?

Él hace una mueca. —Nadie que yo recuerde, pero si mi memoria no falla, eso estuvo ahí desde la semana pasada. Muy bien que digamos no recuerdo, cada vez que yo venía a visitarte habían más y más regalos.

Lo miro y lo miro entre mis manos y me provoca nauseas. Me genera odio, rechazo, bronca y ganas de gritar el no saber quien es capaz de ser tan cínico conmigo. Lo que más odio me provoca es que yo estuve frente a él, le vi el rostro, lo mire a los ojos, supuestamente era conocido mío, y sin embargo no puedo recordarlo, así por más que me esfuerce. Yo jamás le he provocado ningún mal a nadie, siempre fui buena dentro de lo que pude y nunca cargue enemigos a mi espalda. ¿Por qué yo? ¿Por qué buscan arruinarme la vida de esta manera tan infernal?

—¿Pasa algo? —la voz preocupada de Dan me devuelve a la realidad y sonrío despreocupada para aliviar el ambiente. Estiro mi brazo, dejando el oso sobre la mesa, en el lugar en que estaba antes. Lo giro para que mire a la dirección contraria de mí, así no tengo que toparme con sus ojos de botón cuando duermo.

—Nada, sólo pensaba. Me alegra que estés aquí. —digo, sincera. Aunque no lo admita, no quiero estar sola en momentos como este en los que me siento tan vulnerable. Quisiera que Liam se quedara conmigo, pero él no es mi ángel guardián y no puedo pedirle más de lo que ya está haciendo por mí. Sobre todo, él tiene su vida, no puedo permitirle, ni permitirme, que cargue conmigo cuando recién está comenzando a liberarse después de lo sucedido con su salud.

—A mí también me alegra estar aquí. Me hubiera gustado decírtelo en el momento exacto, pero como, desgraciadamente, eso no pudo ser, te digo ahora que puedo, que conseguí un puesto importante en la empresa de mi abuelo. Estoy contento porque él está haciendo todo por mí, y le debo mucho. Sobre todo estoy contento de por fin poder compartirlo contigo y que estés despierta después de tanto tiempo. —la emoción en su mirada me transmite la misma sensación y no lo dudo, envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo, en un abrazo necesitado de amistad que siempre cargamos con nosotros.

—Me alegro por ti, realmente lo hago, Dan. Te mereces eso y mucho más. —él me acepta el abrazo cálido con mucha felicidad. Cuando nos separamos, lo miro a los ojos, y no puedo evitar que la pregunta salga de mi boca.

—¿Y él...? —pregunto, refiriéndome a su padre. Veo como traga saliva y su mirada se transforma en frialdad. Algo que no me extraña de él, ya que, las pocas veces que hemos hablado de su progenitor, él no pudo evitar hacerlo con mucho desprecio que carga en su consciencia.

—Estoy buscando la forma de internarlo, mi abuelo y yo estamos buscando como hacerlo. —dice, mirando más allá de mis ojos. Su padre nunca ha sido bueno con él, en realidad, siempre fue el mismísimo hijo de puta en la vida de su hijo, haciendo que Dan sienta los días de su infancia y adolescencia como el infierno mismo. Golpes, insultos, humillación, drogas, alcohol, prostitutas, y mucho más es lo que mi mejor amigo tuvo que vivir desde que su madre lo abandonó, y su padre transformo su dolor en resentimiento e ira contra su único hijo. Todo el sufrimiento que nació en el alma podrida de ese hombre, desde que su mujer lo dejo, lo inundo sobre los recuerdos de Dan.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora