Capítulo 15 ┋ Bestia.

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Le había dicho a Franco que volvería por él, junto con Isabella y los llevaría a ambos a tomar un helado. No se lo dije para no hacerlo sentir incómodo, pero les daría su espacio en cuánto tuviera la oportunidad. Salgo del hospital, tomo el transporte público y a los minutos ya me encuentro en la puerta de la mansión Hamann. Es la primera vez que estoy aquí y no es para trabajar.

Dirigiéndome a la entrada, es cuando lo veo a Ashton parado en la puerta principal.

—¡Magali! ¿Qué haces aquí en tu día libre? —me pregunta, un tanto sorprendido.

—He venido para hablar con Anabell. Como es mi día libre, quería discutir con ella la posibilidad de llevar a Isabella a tomar un helado junto con mi hermano. —él parece extrañado, pero no pregunta. Cuando paso por su lado, me detiene, de manera que quedamos muy cerca uno de otro. Extrañamente no me incomoda como cuando me pasa lo mismo con Liam. Con Ashton es más algo normal, no hay confusiones ni nada por el estilo entre ambos.

—Quería hablar contigo de algo importante, ¿Tienes unos minutos? —asiento, parece ser importante y últimamente siento como si buscara respuestas de las personas que me rodean. Como sea, lo que sea, necesito saber con tal de atar cabos sueltos.

—Claro, dime. —sus dedos aun aprisionan mi brazo, de manera calmada.

—Quiero saber cuál es la relación que tienen mi hermano y... —no lo dejo terminar.

—Sí te refieres a Liam y yo, entre nosotros no pasa nada. Tan solo es el hijo de mis jefes, de la misma manera que tú y Dylan. —que, dicho sea de paso, Dylan es el más callado. Nunca se sabe de él. Ashton no disimula su risa.

—Perdóname, Magali, pero ambos sabemos que no es así. A veces puedo no involucrarme en la vida de los demás y pasar por alto ciertas cosas, pero sé con facilidad que entre los dos surge algo más.

—Realmente no es así, Ashton. No me gusta involucrar lo personal con lo laboral. No quisiera poner en juego mi trabajo por salir con alguien de la casa, o lo que sea. —no parece muy convencido, pero sin embargo asiente—. ¿Puedo saber el motivo de tu duda?

—Simplemente esmera curiosidad. Como ya te dije, noto cosas a mi alrededor. Pero puedo estar equivocado. Sin embargo, si por esas casualidades entre ustedes dos pasa algo, quisiera pedirte que lo pienses mejor. Liam... él puede a veces irse de control. No maneja sus impulsos, ellos lo manejan a él. No es nada personal, tan solo no quiero que te involucres demasiado. —me quedo pensativa. ¿Qué me está queriendo decir realmente?

—Como sea, tengo muy en claro cuál es mi lugar, y, como ya te dije, no mezclo lo personal con lo laboral. —él asiente. Antes de que pueda volver a querer irme, me detiene una vez más.

—También... una última cosa. —carraspea—. Quisiera pedirte un consejo. Ya sabes, de mujer a hombre.

—Claro, ¿qué sucede? —parece un tanto incómodo.

—Me gustaría saber a dónde podría llevar a una mujer. Algo así como un lugar para cenar, el cine, algo más privado. Quiero hacer algo especial por alguien. —se encoje de hombros, y aunque no me lo diga directamente, sé a quién se refiere.

—Podrías llevar a esa persona especial a cenar. Una linda cena, entre ambos, un lugar tranquilo, con música tranquila. —me encojo de hombros, sonriendo.

—De acuerdo, gracias. —está por acercarse a su auto, pero lo detengo—. ¡No lleves flores, a Emma no le gustan y es alérgica! —él me sonríe abiertamente. Casi sin esperarlo, de manera abrupta, un furioso, sudado y mal vestido Liam aparece en mi campo visual, chocando de manera brutal su hombro contra el mío, y siguiendo su camino hasta perderse dentro de su hogar.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora