Capítulo 44 ┋ Peligro.

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—No te diré. —su respuesta de desaprobación suena a través del teléfono, hasta llegar a mis oídos. Suspiro con frustración, poniendo mis ojos en blanco.

—¡Vamos, Dan! ¿Qué te cuesta? —le pregunto, tomando asiento en el borde de mi cama. Llevo toda la noche queriendo convencerlo de que me de la dirección del lugar, pero, como era de esperarse, él no quiere ceder y no hace otra cosa que decirme no, no y no.

—Tu vida y la de Laura. Deja de meterte en lugares en los que no debes, Maggie. Simplemente mantente alejada de él, no quieras seguirlo. No te diré nada, no quiero que les suceda nada malo. —me reprocha. Era más que obvio que no iba a querer decirme a dónde ir.

—No puedo mantenerme alejada. Ya estoy metida en esta vida y no me apartaré como una débil. No le tengo miedo, solamente quiero ir a ver el lugar, nada más. Además, ¿cómo mantenerme alejada, sí él no hace otra cosa que acercarme más y más? Ya soy parte de esto, y aunque no quieras ayudarme, lo haré de todas formas. —respiro hondo y noto el silencio que se forma a través de la línea.

—¿Por qué no dejas que la policía se encargue? —pongo los ojos en blanco, una vez más.

—Seamos realistas, la policía nunca logrará llegar hasta él. No tienen ni la más mínima prueba, y ni se están molestando en averiguar nada. Solo yo puedo hacerlo, y tengo la ayuda de Laura. ¿Me ayudarás? Puedes incluso venir con nosotras, aunque ni la compañía de nadie evitará que suceda lo que sea que suceda. —miro a través de la ventana, viendo como la noche cubre de oscuridad la ciudad, y Laura, quien no deja de moverse por toda la habitación, no hace otra cosa que mirarme a la espera de una respuesta positiva.

—Yo no puedo acompañarte, estoy fuera de la ciudad con mi abuelo hasta el domingo por la noche. Pero tampoco te ayudaré. Lo siento, Maggie, no seré participe de esta locura. Tú tienes que descansar, tienes que estar en tu habitación, no puedes meterte en esos lugares... —lo corto a la mitad de su absurdo discurso.

—¿Por qué? ¿Por qué no puedo meterme en esos lugares? ¿Te piensas que soy débil? ¿Qué por qué soy mujer crees que no soy lo suficientemente fuerte como para manejarme sola? Descuida, Dan, yo no me quedaré en mi habitación, no me resguardaré, no dejaré que sigan burlándose de mí, no estaré en mi cama a la espera de que llegue mi novio policía a decirme que él me rescatará, que él llegará al fondo de todo ese peligro, solo porque él es más fuerte en físico. No le tengo miedo a lo que vaya a pasarme, ya estuve miles de veces al borde del precipicio, ya probé el peligro e hice cosas que tú no sabes, hice cosas de las que no me creí capaz. Sí tengo que hacer alguna locura, no será la primera vez. Ya me arreglé sola muchas veces, y esta no será una primera vez. —puedo sentir la mirada de Laura sobre mí, y eso me hace saber que mi furia debe estar atravesando todas las paredes. El silencio vuelve a crecer entre nosotros, hasta que él lo corta.

—Has lo que quieras. Siempre hiciste lo que quisiste y nunca escuchaste a nadie. Por eso, y muchos motivos más, fue que tuviste que hacer todo lo que hiciste para salvar tu pellejo. Has lo que quieras, Maggie, pero no metas a Laura en tu infierno como ya hiciste hace un año. Eres imparable y terca. —mi mandíbula se endurece y la llamada se corta, dejando un pitido de fondo, que, ante mi furia, se puede escuchar ensordecedor. Apago el celular, quedándome con la mirada en ningún sitio en particular. Cuando reacciono, arrojo el celular sobre la cama logrando que revote y termine contra el suelo, pero no me importa.

—¿Qué sucedió? —Laura me pregunta, acercándose a mí a paso lento, como si tuviera miedo de que pueda explotar en cualquier momento.

—El imbécil de Daniel no quiere ayudar, pero ya tengo a otra persona que pueda hacerlo. —trago saliva, tomando el celular del suelo, para dejarlo nuevamente sobre la cama, y sentarme al borde—. Iré sola.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora