Capítulo 43 ┋ Muerte.

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Un hormigueo nace desde mi espalda, recorriendo todo mi cuerpo como una corriente eléctrica que logra paralizar todos mis huesos en cuestión de segundos. Aún con los ojos cerrados, paso la palma de mi mano por la zona en la que la sensación empieza a expandirse y me veo obligada a abrir los ojos con rapidez ante la confusión que esto me provoca. Vuelvo a pasar la palma de mi mano por mi cuerpo, y está vez toco algo: Es algo sólido, pero un poco blando, que al tener el contacto directo conmigo, ese objeto no identificado desaparece de mi alcance. Aún dormida, y como puedo, enciendo la luz de la lámpara, pudiendo así horrorizarme ante la imagen que se presenta frente a mis ojos.

Miles y miles de lo que reconozco como escorpiones suben, desde el suelo, por toda mi cama, hasta montarse sobre mi cuerpo. Abro mi boca para gritar, pero eso es imposible porque es como si me hubiera quedado completamente muda. Quiero salir de la cama, y no puedo. Es como estar pegada al colchón, no puedo moverme, no puedo gritar, y entonces viajo a la pesadilla de encontrarme a mí misma dentro del ataúd, sin poder moverme, sin poder salir, sin poder respirar, ni escapar. No puedo gritar, no puedo saber si estoy despierta, o se trata de otro sueño del que quiero despertar.

Una extraña sensación crece desde lo más profundo de mi ser, expandiéndose por todo mi interior, hasta liberarse por mi garganta en un desgarrador grito de desesperación. Abro mis ojos con una rapidez asombrosa y, está vez, sí enciendo la lámpara que ilumina toda mi habitación. Mi cuerpo se encuentra sudado, pegajoso, cansado. Otra pesadilla. Otro sueño de mierda. Respiro con profundidad, permitiéndole así que mis pulmones se abran, recibiendo con comodidad a la refrescante realidad de que estoy bien, estoy en mi habitación. Estoy bien. Jadeo exhausta, tirando nuevamente mi espalda hacía atrás, encontrando la suavidad de mi almohada. El blanco techo aparece ante mis ojos y un dolor agudo se instala en mi cabeza. Recuerdo entonces algo que vi en Internet la noche anterior.

«Soñar con alacranes posee un significado de advertencia, de que estés alerta en tus relaciones sociales, laborales, familiares y hasta en el amor. Porque los alacranes o los escorpiones hablan de engaños, traiciones, habladurías, críticas y malas intenciones, así que presta atención a tu entorno.»

Mis ojos se cierran sin que pueda darme cuenta, y me vuelvo a hundir en el sueño que aparece repentinamente.

A la mañana siguiente mi madre me dejó el desayuno en la mesa, junto con una carta de que estaría hasta tarde en el trabajo. Me pide por favor que no salga sola, que la disculpe por no poder quedarse conmigo, y que me ama. Yo también la amo, y no me molesta que se vaya, al contrario, me encanta que tenga trabajo, me encanta que tenga una relación y me encanta saber que tiene una vida. No me gustaría que aferrara mis problemas a su entorno. Ella no se merece vivir pendiente de mí, yo sé que estaré bien. Cuando acabo el desayuno, lavo y ordeno todo, me doy una ducha y termino de cambiarme.

Pienso en desobedecer a mi madre y salir a dar una vuelta por el barrio, quizás ir a visitar a las chicas del bar en el que trabajaba antes de lo sucedido, o ir a la universidad a pedir una nueva fecha de ingreso, pero apenas me acerco a la puerta, mi vista se nubla y la sola idea de poner un pie afuera, en la calle, me aterroriza al nivel de querer vomitar. En ese instante recuerdo la cita con la psicóloga y los nervios crecen en mí. Le marco a Dan, quizás él pueda ayudarme a llegar, pero por más que lo intente, su número me lleva directo a la casilla de mensajes. Lo vuelvo a intentar repetidas veces y nada. Por inercia, miro la hora y ya son casi la una de la tarde. Quizás Liam ya haya salido de la universidad.

«¿Estás ocupado?»

Tomo asiento, mirando muy atentamente a la pantalla del celular, esperando a que llegue su respuesta. Marca como leído y no lleva más de un minuto en responderme.

«No, recién llego al departamento. ¿Estás bien?»

Muerdo mi labio inferior, insegura de pedirle un favor. No quisiera parecer una pesada, o una carga para él. Tiene su vida, tiene sus cosas, tiene sus... El celular vibra una vez más, alejando todos mis pensamientos y leo su respuesta.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora