Capítulo 60 ┋Deja vu.

596 52 35
                                    

Hubieron cosas que no termine de entender. Como por ejemplo, el por qué Liam no lo mencionó hace tiempo atrás. Digo, llevo casi un año siendo la paciente de Inés Guzmán, y Liam nunca lo mencionó. Sin embargo, mucho no me afecta. Sí creo que vendría a ser tiempo de dejar de ocultarnos cosas. Es tiempo de revelar todo lo que llevamos en nuestro interior, pero una parte de mí comprende que él no lo haya hecho. Quizá no se le cruzó por la cabeza, quizá no le vio el sentido o no hubo un momento exacto en el que ese tema surgiera entre nosotros.

—¿Hay algo más que quieras contarme? —le pregunte a quien no me miraba a los ojos.

Un trueno que anuncia la llegaba de una fuerte lluvia, bramó con violencia detrás de las ventanas cerradas.

—No. —es lo que él me respondió.

Más tarde, cuando Liam se fue de mi casa, no me despegue del celular en ningún instante. Quería saber si Dan había logrado encontrar algún tipo de información, pero ninguna de mis preguntas fueron respondidas. Lo más probable es que haya apagado o silenciado su teléfono para que yo no siga molestando con mi insoportable ansiedad. En serio, tengo derecho a estar ansiosa. La posibilidad de estar cara a cara con el hombre de los mensajes provoca que no pueda dejar de mover mis dedos sobre la pantalla de mi móvil en busca de una tranquilizadora respuesta por parte de mi amigo. Eso no pasa.

Frustrada, dejo mi celular a un costado y tiro mi cuerpo hacia atrás, sobre mi cama, cayendo de espalda para mirar al techo con suma importancia. Más bien, el techo no es lo que me importa, mis pensamientos que son como un abismo es lo que realmente me interesa.

De pronto, cuando cierro los párpados y creo que me quedaré dormida, un fuerte trueno retumba a mi costado. Hubiera deseado que se tratara de una lluvia torrencial que se viene sobre la ciudad, pero no, el vidrio de la ventana de mi habitación explota en mil pedazos, e inconscientemente me pongo de pie con rapidez inhumana, retrocediendo. No pasa nada más. La palma de mi mano está sobre mi pecho, intentando controlar mi respiración descontrolada. Cuando me acerco, noto una gran y pesada piedra en el suelo de mi habitación. Nada más. Solo una piedra. Me acerco a ella, agachando mi cuerpo para tomarla con mis manos y verla de cerca. No tiene nada de especial. Al acercarme a la ventana con precaución, descubro la leve llovizna que poco a poco va cubriendo las calles, reflejándose en la luz de los faroles. Mi mente en ese momento me hace creer que se trata de algún hijo de los vecinos que siempre salen a molestar con sus amigos.

—Imbéciles. —suelto al aire que estaba reteniendo, viendo el vidrio de mi ventana hecho añicos. Pero entonces noto algo más. Alguien se encuentra de pie junto a un auto que distingo de color azul oscuro. Sin hacer nada. Con las manos en sus bolsillos. Logro verle el rostro. El rostro endurecido, su cráneo cubierto de cabello oscuro. Su redonda barriga que desde aquí puedo ver, oculta en una gran campera verde. Botas marrones y su mirada puesta especialmente en mí. Me quedo paralizada, con la piedra en mi mano. Entonces él saca la mano de su bolsillo, apuntándome con un celular. Sale el flash que, por más distancia que haya en nosotros, entre la oscura noche logra alumbrar mis ojos. Me sobresalto, viendo como él vuelve a guardar el celular, me sonríe con cinismo, se sube al auto, y acelera lo más rápido posible, desapareciendo en la lluvia.

Entonces comprendo que no se trata del desconocido, de a quien vi en la carretera junto con Laura. Y algo me dice que Liam tiene que estar detrás de todo esto. Eso lo descubro al leer el mensaje que él me envía al celular:

«Maggie, de lo posible no salgas esta noche. Ni ninguna noche. Mucho menos sola. Por favor. Luego te explico.»

Tiro la piedra a un costado, sentándome al borde de mi cama.

«Creo que me debes muchas explicaciones, Liam. ¿Estás seguro de que no estás ocultándome nada?»

Pero no recibo ninguna respuesta de su parte. No toco absolutamente nada, todo lo dejo tal y como está. Ignorando que Liam no planea decirme nada, le tecleo a Alex.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora