Epílogo ┋ Renacer.

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Abro las puertas de vidrio que me impiden el paso, para adentrarme al lugar y comenzar a caminar por los extensos pasillos. Sonrío a las personas que se cruzan por mi camino y me acomodo el largo cabello que ahora acaricia mi nuca. Una vez frente a las puertas de madera, tomo un profundo respiro y la abro, adentrándome con seguridad.

—Buenos días, alumnos. —rápidamente ellos se ponen rígidos, me devuelven el saludo y acomodan sus pertenencias en los escritorios que llevan en frente.

El tiempo pasó. No sé cuánto exactamente. Quizás fueron meses, tal vez años. La vida ya no es la misma. Mi vida ya no es la misma. Yo cambié, y eso significa que mi forma de ver las cosas y lo que me rodea cambio conmigo. Como una mariposa en su metamorfosis.

Dejo mis cosas sobre el escritorio y me deshago del saco que cubre mi cuerpo, acomodándome.

—¡Muy bien! —empiezo—. Quiero que me den sus opiniones con respecto al libro que les mandé a leer. ¿Cómo se sintieron leyéndolo? ¿Qué pensaron? ¿Cuáles fueron sus expectativas?

Me detengo frente al escritorio y me recargo, medio sentándome al borde para poder mirarlos a todos desde este punto. Una chica levanta su mano y le doy el paso a que hable.

—Cuando me acerque al final quedé completamente confundida. ¡Tan aturdida! No creía que ella fuera capaz de entregarle su amor, pero tampoco creía capaz ese final. ¡Simplemente esperaba que acabarán juntos! No puedo decir que estoy decepcionada, tan solo... Es una sensación extraña a la que todavía estoy asimilando. —ella ríe con cierto brillo en su mirada.

—Lamento no habérselos aclarado antes, pero no quería darles spoilers. Quería que ustedes mismos descubrieran el final y sintieran todas esas sensaciones a primera vez. Si esperaban que sea una historia de amor con un juntos y felices para siempre, lamentablemente les hice leer el libro equivocado. —ellos no se muestran disgustados, tan solo deben estar experimentando una sensación agridulce, como la que yo viví.

Entonces otra chica levanta su mano, y le cedo el poder expresarse.

—Yo no lo veo de esa forma. Si fue un final feliz. Quizás no con ellos juntos, casándose y teniendo hijos, o volviéndose a encontrar para darse una oportunidad, pero de igual forma fueron felices. Cada uno tomo caminos diferentes que los hizo separase, tal vez definitivamente, pero en ese transcurso de volver a encontrarse a sí mismos, de sanarse, de permitirse la libertad de un amor propio, fue lo que necesitaban para una felicidad real y no forzada. Yo creo que ella tomó una decisión correcta. Si se obligaba a quedarse al lado de él, sería infeliz por el resto de sus días, y no hay acto de valentía más grande que el de irse cuando sabes que ya nada funciona.

Guarda silencio, baja la mirada, y al segundo la vuelve a subir para mirarme.

—Simplemente me encantó. Fue real. Fue perfecto y admirable a su manera. —le sonrío en respuesta y miro al hombre que me pide permiso para hablar.

—¿Y qué hay de la frase que usted nos dijo la clase pasada? «Una vida sin amor, es una vida pérdida» ¿No debió usted, como autora, tomar en cuenta sus propias palabras a la hora de escribir esa novela? —todos guardan silencio, a la espera de una respuesta de mi parte.

—El amor no siempre es la respuesta, pero eso no significa que quizás nuestra protagonista no consiguió un amor que no la hiciera perder su vida... —aguardo silencio, antes de añadir—. ¿Conocen «La teoría triangular del amor» del estadounidenses Robert Sternberg?

Y así transcurre una de las tantas clases a las que estoy acostumbrada a llevar desde hace años, cuando acabé mi carrera de psicología y me dediqué a la enseñanza en universidades. No desperdicie mi vida. Decidí transformar todo ese dolor que sentía en cada centímetro de mi cuerpo en crear algo: mi propia historia. Que por más que no haya puesto los nombres reales, si desborde todo sentimiento, todas sensaciones y todo lo vivido. Cuando al fin tuve el libro en mis manos, no dude en hacerle llegar una copia, junto con una carta escrita por mí misma, a Liam. Y tenía razón, eso me ayudó, eso me curo y me hizo superar(me). Ahora soy diferente, cambie por mí, cambie por él, cambie en nombre de todas las personas que perdí y me marcaron en su ausencia, ya sea para bien, o para mal.

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora