67.

6.4K 381 288
                                    

Narra Delfina: 

Mis papás me mandaron un mensaje que en una hora esté ya en su hotel para volvernos a Rosario. Paulo todavía no había llegado y no podía dejar de pensar si lo iba a volver a ver antes de irme. Una parte de mi quiere verlo para que me explique todo, pero otra parte de mi quiere mandarlo a la mierda y no saber nada.

-En un rato me voy- Le dije triste a mis amigos y mi hermano.

-Pero nos vemos dentro de poquito, es tu fiesta de cumpleaños- Me recordó mi hermano.

-Si... no sé si voy a hacer algo, no tengo muchas ganas- Dije y era verdad. No tenía ánimos de festejar nada, creo que no hay ningún motivo para hacerlo.

-Ya quisieras no hacer nada pelotuda, son tus dieciocho y ya organizaste casi todo, lo cancelas por un pelotudo y te juro que no te hablo más- Me dijo el Kun.

-Que decís si no podés vivir sin mi- Le dije.

-Si tenés razón, pero en serio, no seas boluda.

-Tiene razón el negro- Dijo Ezequiel.

-Bue aguantá rubio ojos celestes- Le respondió con sarcasmo el Kun.

-Bueno, me voy- Hablé.

-Te acompaño hasta el hotel, le decimos a Hugo que nos lleve- Habló mi hermano. Yo asentí. 

Me despedí de los chicos entre abrazos y palabras para que no esté mal. Pero la realidad es que cuando llegue a Rosario, y esté alejada de todos los chicos, mi mente no va a dejar de maquinar un segundo. Esa es otra razón para no querer irme.

Cuando estaba abrazando a Gonzalo sentí la voz de Paulo a mis espaldas. 

-¿En donde mierda estabas, Paulo?- Le preguntó Gonzalo mientras yo me separaba de él. 

-¿Delfi, podemos hablar?- Dijo ignorando a su amigo. 

Los chicos me miraban atentos. 

-Uy justo me estoy yendo- Le dije seca y comencé a caminar hacia la salida del hotel, pero el me agarró la mano.

-Soltame, Paulo. 

-No, tenemos que hablar.

-No, vos y yo no tenemos nada de qué hablar.

-Si no quiere hablar dejala- Intervino el Kun, pero no de mala manera.

-Sin ofender Kun, pero esto es entre mi novia y yo- Le respondió el cordobés a mi mejor amigo.

Solté una carcajada sarcástica. 

-¿De qué novia estás hablando? Porque por acá no la veo- Dije mirando a mis costados.

-¿Que querés decir?- Dijo él mirándome a los ojos- Dejame explicarte.

-Estuviste con otra, Paulo, no hace falta que me lo aclares o que me expliques nada. Soy boluda pero tampoco para tanto.

-Pero yo te quiero explicar...

-Bueno, pero yo no quiero escucharte y además me tengo que ir. Feliz cumpleaños- Dije con algo de sarcamo- Nos vemos chicos- Dije y comencé a caminar hacia la puerta del hotel, seguida por mi hermano.

-Te amo- Sentí la voz de Paulo a mis espaldas- Te amo mucho. 

Se notaba que tenía la voz quebrada. 

Me di vuelta y al ver su cara quise correr a abrazarlo y a decirle que yo también lo amaba, pero no podía hacer eso después de todo lo que hizo él.

Me miraba esperando respuesta al igual que los demás chicos, quienes estaban atentos a la situación.

-Bien por vos- Dije seca y ahora si, me fui del hotel.

No deberíamos. {Paulo Dybala}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora