17.

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Narra Delfina:

-¿Ayer hiciste qué?- Una voz detrás mío me hizo sobresaltar.

Me di vuelta asustada pero me calmé un poco al ver que era Ezequiel.

-¿Ezequiel sos boludo?- Le pegué en el brazo- ¡Me hiciste asustar, forro!

-No quieras cambiar de tema- Dijo él con una sonrisa pícara en su rostro. Saltó por encima del sillón y se sentó a mi lado- Contame.

-No hay nada para contar- Levanté mis hombros.

-Ayer dormiste con Paulo, ¿y vos me decís que no hay nada para contar?- Susurró.

-Y bueno, es eso. Dormí con Paulo. No hay nada más para contar- Dije yo también en voz baja, lo único que me falta es que se entere alguien más de la situación.

Leo, por ejemplo.

-¿Chaparon?- Dijo subiendo y bajando las cejas.

-No. Nos quedamos dormidos, nada más-

-¿Como es que una persona se queda dormida EN TU CAMA si no comparten habitación?

-Estábamos viendo una película y nos dormimos.

-¿Viendo una película?- Volvió a subir y bajar las cejas.

-Si, Ezequiel- Reí- Eso fue lo que pasó. De verdad. Estábamos viendo una película, nos quedamos dormidos y hoy me desperté con él abrazándome- Dije simplemente- Pero no digas nada, porque vos solo sabes.

-Y tu cuñada.

-Si, y Fernando también.

-Ah pero al final saben todos. Al Kun le tenes que contar- Dijo él.

-¡NO!- Grité yo- El Kun y Leo no se pueden enterar.

-El Kun no es tu hermano.

-No, ya lo sé, pero es medio buchón a veces. No lo hace a propósito, pero se le va a escapar algún día hablando con Leo, y no quiero.

-Igual, yo quiero que sepas que ahora te voy a joder mucho más cuando Paulo esté cerca.

-¿Por qué?- Reí- Que hayamos dormido juntos no cambia nada.

-Se gustan- Afirmó él.

-¡No! O sea, a vos ya te conté que me parece lindo y todo, pero el durmió conmigo porque yo estaba mal.

-Claro, claro. Seguí pensando eso- Negó con la cabeza- Me voy a jugar un FIFA con los chicos para calmar los nervios del partido.

-¿Puedo ir con ustedes? Me aburro acá sola.

-Si obvio, a ver si ahora me podes ganar- Dijo el Pocho. Es verdad, siempre me ganaba él.

Nos levantamos del sillón y fuimos hacia la habitación de mi hermano y el Kun. Generalmente en todas las concentraciones, jugaban los partidos de FIFA en su habitación. Creo que a esta altura ya era una cábala, o una tradición, como lo quieran llamar.

-Hola- Sonreí al entrar a la habitación. Los dueños de la habitación eran los que se encontraban jugando un partido y lo pausaron para saludarme. Leyeron bien, PAUSARON EL PARTIDO para saludarme aunque ya me habían visto hace menos de una hora.

Recorrí la habitación con la mirada y noté que quienes se encontraban allí eran "los de siempre", Leo, el Kun, el Pipita, Ángel, Fernando... Paulo, y ahora nos sumamos nosotros, con Ezequiel.

Hice un saludo general y me senté al lado de Fer. Todos estaban concentrados en el partido, mientras que yo estaba hablando con mi cuñada por Whatsapp. Me prometió que ella no le iba a contar nada a Leo, y me pidió que la mantenga al tanto de todo lo que pasaba. Ya saben, con el cordobés. No creo tener más nada para contarle. Igualmente le dije que si.

El partido lo ganó mi hermano. No solo era el mejor en la cancha, sino también en la play.

-Que pase el que sigue- Bromeó mi hermano.

(...)

Era la hora del almuerzo y bajamos todos juntos hacia el comedor.

-Extraño a Thiago- Dije mirando a mi hermano mientras nos sentábamos, los mismos que estábamos jugando en la habitación, en la mesa.

-Yo también, el 21 es día de visita- Sonrió Leo- Van a viajar hasta acá.

-¿De verdad?- Sonreí yo también, mi hermano asintió.

-Vienen todas las familias- Dijo el Kun- Benja también tiene ganas de verte.

-Y Tomi- Agregó el Pocho.

-Los quiero a sus hijos más que a ustedes- Bromeé y ellos entrecerraron los ojos.

Seguimos hablando de cualquier cosa que se nos ocurría en el momento, Paulo y yo a veces cruzábamos nuestras miradas pero no por mucho tiempo, ya que debido a la vergüenza que me causaba, yo terminaba mirando para otro lado, mientras que Paulo sonreía de lado.

Llegó la hora de ir rumbo al estadio. Los chicos fueron los primeros en subir al colectivo que nos iba a llevar, mientras que yo subí última. Pensé que me iba a sentar con el Pocho ya que me lo había dicho unos minutos antes pero al subir vi que él estaba sentado con Sergio, ambos con una sonrisa pícara.
Cuando vi que Paulo estaba sentado solo, comprendí el por qué de sus sonrisas. Mordí mi labio inferior al mismo tiempo que negaba con mi cabeza, y me senté al lado del cordobés, quien no se había dado cuenta de mi presencia, hasta que me senté.

-¿Nervioso por el partido?- Inicié un tema de conversación.

Él bloqueó su celular, lo guardó en el bolsillo de su pantalón y asintió.

-Un poco.

-¿Un poco?- Levanté mis cejas.

-Bastante- Admitió.

Mi celular vibró en mi bolsillo y al desbloquearlo, noté que era un mensaje de mi mejor amigo, Ezequiel.

"Soy el mejor amigo del mundo entero, ¿no?"

Levanté la mirada y vi a Ezequiel subiendo y bajando las cejas. Es un boludo, pero igual un poco lo quiero.

-Gracias por haberte quedado conmigo ayer- Le dije a Paulo rompiendo el silencio que se había formado entre los dos.


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Ya sé que no es el mejor capítulo... peeeero de a poco Paulo y Delfi van tomando confianza ;)

Estaba pensando, y hoy en vez de hacerles alguna pregunta, quiero que ustedes me pregunten a mi... si quieren, lo que quieran :)

No deberíamos. {Paulo Dybala}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora