15.

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Narra Paulo: 

-¿Me podés dar un abrazo?- Dijo ella. Me quedé en silencio unos segundos y luego asentí con la cabeza. Ella se encontraba sentada en su cama, y me senté a su lado para luego rodear sus hombros con mi brazo. Ella posó sus brazos detrás de mi cuello y escondió su cara en el mismo. Rompió en llanto, otra vez, y a mi me rompió el corazón verla así.

No sabía bien que decir, o en qué momento hablar, por lo que simplemente, con mi mano libre opté por acariciar su cabello y susurrarle "tranquila", que fue lo primero que se me ocurrió. Me pone mal ver llorar a las personas, no sé que decir, o como actuar.

Nos quedamos así unos minutos hasta que sentí que su llanto iba haciéndose cada vez menos audible, me separé un poco de ella y noté que tenía los ojos cerrados, se había dormido. Lentamente me fui alejando de ella, apoyando con cuidado su cabeza en la almohada y me levanté dispuesto a irme a mi habitación.

-No estoy dormida- Habló cuando estaba a punto de abrir la puerta. Me di vuelta- ¿Me podés hacer un favor?- Preguntó.

-Si, obvio. ¿Qué necesitas?

-¿Te podés quedar acá conmigo un rato más?- Preguntó- Es que si estoy sola no me va a hacer bien- Noté como se puso nerviosa- Si no querés le digo a mi hermano, no hay prob...- Comenzó a decir rápidamente pero la interrumpí.

-Me quedo, no hay problema- Dije y me senté a su lado en la cama.

-¿Queres que veamos una película?- Preguntó ella.

-Bueno, ¿cuál?

-Harry Potter- Dijo ella con una pequeña sonrisa.

-Mmm- Dije yo dudando.

-¿Qué? ¿No te gusta Harry Potter?- Preguntó sorprendida.

-No es eso, nunca las terminé de ver.

-Bueno, hoy es tu noche de suerte. Empezamos por la primera, ¿querés?- Dijo y yo asentí.

Ella puso la película y se recostó en su cama. La misma era de dos plazas, por lo que yo me recosté también, pero dejando mis pies apoyados en el suelo. 

Mientras más pasaban los minutos, más se cerraban mis ojos. Hoy habíamos tenido un duro entrenamiento previo al partido de mañana. 

Narra Delfina: 

Puse la película y mi vista no se separaba de la pantalla, pero a medida que pasaban los minutos mis ojos comenzaban a cerrarse. Los mismos estaban hinchados debido a que había estado llorando. 

(...)

Poco a poco abrí mis ojos, me asusté al ver que alguien estaba a mi lado hasta que recordé que podía ser Paulo. Me giré un poco para confirmarlo, y así era. Paulo Dybala estaba durmiendo conmigo, abrazándome. Su mano derecha rodeaba me abrazaba por mi cintura, mientras que su brazo izquierdo estaba bajo mi cabeza, nuestras piernas estaban entrelazadas y mi espalda estaba apoyada en su pecho. No pregunten cómo fue que llegamos a dormirnos así, porque ni yo lo sé. Lo que sí se es que dormí muy bien con él. 

Sin despegarme de él para no despertarlo, estiré mi brazo derecho para agarrar mi celular que se encontraba en la mesa de noche. Miré la hora y el reloj indicaba que eran las 6.50am. ¿Qué hago despierta tan temprano? 
Miré los mensajes que tenía y vi que habían hablado un poco en el grupo de la Selección, el Kun, Leo, el Pocho, Ángel y... Matías me habían mandado un mensaje. Los chicos me preguntaban como estaba, mensajes que voy a contestar después. Matías me preguntó por qué no le respondí el mensaje que me había enviado ayer, y un emoji de carita triste. Mensaje el cual NO voy a contestar después.

Sentí como Paulo se movía un poco, por lo que me giré. ¿Con qué cara lo miro ahora? Que vergüenza. Abrió sus ojos muy lentamente, al verme frunció el ceño, pero luego sonrió.

-Buen día- Dijo con su voz ronca. ¡Y qué buen día, por favor! Solo imagínense, su voz ronca y su acento cordobés combinados. Ah, y sumándole que estaba todo despeinado. Es el cielo, o algo parecido.- Perdón, me quedé re dormido ayer- Dijo rápidamente para luego alejarse un poco de mi.

-Buen día- Dije tímida- No hay problema, yo también me dormí.

-Si, pero es tu cama. Quedo medio desubicado, perdón.

-No pidas perdón, nos quedamos dormidos. No pasa nada. Además, me hizo bien estar con vos- ¿Yo dije eso? Si, yo dije eso. Y me arrepentí al instante.

-¿Ah si?- Sonrió un poco. Sentí como mis mejillas se tornaban rojas.

-Olvidate que te dije eso- Dije timidamente.

-¿Por qué? ¿No te gustó dormir conmigo?

No sabía que responder. Claramente si me había gustado dormir con él, pero no se lo iba a admitir en la cara.

-A mi si me gustó dormir con vos- Dijo él y luego me dio un beso en mi mejilla- ¿Qué hora es?

-Las 7am- Respondí, todavía sonrojada. 

-Creo que va a ser mejor que me vaya a mi habitación antes de que todos se despierten. Espero que Fer siga dormido.

Pequeño detalle. Su compañero de habitación probablemente se haya dado cuenta que Paulo no durmió ahí en la noche. 

-Si, mejor. No creo que sea bueno que los chicos se enteren que dormiste acá- Reí. 

-Si, me matan o nos joden todo el mes que nos queda compartir- Negó con la cabeza mientras se mordía el labio inferior levemente.

-Si- Suspiré. Él se levantó, tomó su celular, y fue caminando lentamente hacia la puerta de la habitación- Paulo- Lo llamé antes de que se vaya, y el se dio vuelta- A mi también me gustó dormir con vos- Le dije. El me guiñó un ojo mientras sonreía. 

¿Ese fue el mejor despertar de mi vida? Claramente.


No deberíamos. {Paulo Dybala}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora