25 de junio de 2016.
Nueva Jersey, Estados Unidos.Narra Delfina:
-Te tengo una sorpresa- Me dijo Paulo mientras me tocaba el pelo, yo ya estaba a punto de dormirme.
-¿Que sorpresa?
-Y si te lo digo no es más sorpresa- Rió. Yo me di vuelta para mirarlo a los ojos.
-Dame una pista aunque sea...
-Necesitamos pasar tiempo a solas, sin los chicos- Me respondió.
-Ajá, ¿y qué tiene que ver?- Dije confundida.
-Nos organicé un viaje.
-¿Cuando? ¿A dónde?
-Mañana después de la final salimos... Y no te puedo decir a dónde, esa es la sorpresa.
-¿No tenés que entrenar?
-Tengo tres días libres así que pienso aprovecharlos con vos... Digo, si es que querés.
-Si, obvio- Sonreí antes de juntar nuestros labios.
Ya pasaron aproximadamente diez días de que con Paulo 'solucionamos' las cosas. No sé bien que somos, ya que todavía no volvimos a ser oficialmente novios pero supongo que así estamos bien.
Los chicos mañana disputan la final de la copa contra Chile, justo como pasó el año pasado, solamente que espero que esta vez tenga un resultado diferente y por fin los argentinos nos podamos consagrar campeones.
(...)
A la mañana siguiente los nervios se hicieron presentes en el almuerzo. Todos hablaban de lo mismo: hoy tenían que salir a ganar.
Cuando todos terminamos de almorzar nos quedamos hablando un rato sobre el partido de hoy, entre otras cosas, hasta que el director técnico llegó para decirnos que era hora de salir al estadio.
Los chicos fueron a sus respectivas habitaciones a buscar su bolso con sus cosas mientras que yo me quedé esperándolos abajo ya que no tenía que llevar nada más que mi celular y mi camiseta -esta vez de Leo- que ya tenía conmigo.
Al salir del hotel un montón de fanáticos se encontraban esperando a que sus ídolos salieran. Los chicos se quedaron como siempre firmando autógrafos y sacándose fotos con todos los que podían mientras que yo decidí subir al colectivo a esperarlos.
Estuvieron unos minutos y poco a poco de a uno iban subiendo. Paulo se sentó a mi lado y me abrazó por los hombros yo sonreí y deposité un beso en su mejilla.
(...)
Sentía como si el mundo se cayera a pedazos otra vez. Miré a mi alrededor mientras las lágrimas caían por mi mejilla.
Algunos de los chicos sentados en la cancha, otros en el banco de suplentes, otros abrazándose. Todos llorando, mirando como los mismos rivales festejaban en nuestras caras por segunda vez consecutiva.
Divisé a mi hermano y me acerqué a él. No le dije nada, no me salían las palabras, simplemente lo abracé. Él me correspondió el abrazo con fuerza. Se nos acercó el Kun a quien también abracé y después busqué a Paulo con la mirada.
Me rompía el alma verlo así: sentado en el piso mirando festejar a los campeones con lágrimas en los ojos. Sin decir una palabra me senté a su lado y lo abracé. Él me miró y no me dijo nada, solo rodeó mis hombros con su brazo derecho.
Nos quedamos todos viendo como le daban la copa a los campeones y después los chicos fueron al vestuario a cambiarse mientras que yo me quedé esperándolos afuera.
Más tarde cuando llegamos al hotel fuimos directamente al comedor porque teníamos que cenar.
-¿Cuando se van?- Les pregunté a los chicos intentando sacar un tema de conversación, ya que todos estaban callados mirando su plato.
-Mañana a las ocho- El primero en responder fue mi hermano- ¿Vos?
-¿No se van juntos?- Preguntó confundido Ángel.
-No, ellos se van de viaje a quién sabe donde. Más te vale que la cuides- Mi hermano miró a Paulo.
-Si, obvio- Respondió Paulo.
-Y que se cuiden- Comentó Ezequiel.
-Si, también.
Mi hermano lo miró mal lo que provocó que todos en la mesa rieran un poco.
El ánimo de los chicos no era el de siempre, es obvio. No es fácil perder tres finales en tres años consecutivos. Lionel dijo que iba a dejar la Selección por lo que después voy a hablar con él para que cambie de opinión, y seguramente todos van a hacer lo mismo que yo.
(...)
Eran las dos de la madrugada cuando con Paulo nos subimos al avión, por ende, me había dicho nuestro destino: Mallorca, una isla de España. Según nos habían dicho, eran siete horas y media de vuelo, por lo que llegaríamos aproximadamente a las dos de la tarde con el cambio de horario.
Estaba algo ansiosa por llegar, si bien había estado muchas veces en España nunca había visitado Mallorca. Creo que también lo que lo hace más especial es poder pasar tiempo con Paulo, los dos solos, sin los chicos al lado.
Miré a Paulo a mi lado y estaba buscando una película para ver.
-¿Que?- Me preguntó cuando se dio vuelta que lo estaba mirando.
-Nada- Negué sonriendo.
Él me miró confundido pero sonrió también y se acercó para darme un beso. Después apoyé mi cabeza en su hombro.
Próximo destino: Mallorca.
_________________
Ya sé que es un capítulo horrible ahre si, pero bueno. Voy adelantando bastantes los días porque sino como que iba a ser todo siempre lo mismo así que bueno.
Los próximos capítulos van a ser más lindos porque como que van a estar ellos dos y no hay Copa América, entrenamientos con la selección ni nada, así que bueno, espero que les guste jajaja.
ESTÁS LEYENDO
No deberíamos. {Paulo Dybala}
ספרות חובביםAclaración: La novela la escribo yo, que soy de Argentina, por lo tanto va a estar escrita con nuestros insultos, en algunos casos, y con nuestra forma de hablar. Perdonen pero es algo que yo llevo en el alma. Otra cosa, ya sé que Paulo no estab...