Inalcanzable

4 0 0
                                        

Esta hecho de tierra y fuego. Camina por el universo cubierto por un manto de estrellas. Entra por la ventana de mi cuarto y se acuesta a mi lado. Lo sé por el peso que ejerce sobre el colchón. Ah... y por el olor. Huele a cenizas y a lluvia. Es como un incendio andante. Me toca levemente el puente de la nariz porque piensa que eso me despierta. ¿Que haría si le dijera que siempre estoy despierta, esperándolo a él? Hago como si me acabase de despertar y lo miro. Los ojos le relampaguean. Y creo, que los míos también. Me levanta un brazo y se coloca en mi regazo. Me aprieta contra si y mete su nariz en mi cuello. Me hace cosquillas pero intento no reírme. Le beso el cabello y aspiro su aroma.

- Me gusta cuando haces eso.

- ¿Cuando hago que?

- Me besas y respiras. Es como si quisieras que mis partículas se metieran dentro de ti.

- Es que eso quiero. Quiero que todo tu estés dentro de mi. Y yo dentro de ti.

- Tómame entonces.

No había nada mas que decir. Nos tomamos con fuerza. Incluso se podía decir que con rabia. Al terminar me levanté para limpiarme y él se quedo en la cama. Cuando volví se había quedado dormido. Su piel se había tornado de un color parecido a las llamas y parecía brillar. Cuando me desperté ya no estaba. Las sabanas estaban chamuscadas por un lado y en el suelo de la habitación habían pisadas de tierra que había dejado cuando entro y cuando se fue. Me paré, caminé hasta la ventana y miré al cielo. Lo vi justo por encima de la montaña. Estaba brillando con más fuerza. Pero era inalcanzable. Ojala me volviese a visitar esta noche; fue lo único que pude pensar. Me di media vuelta y fui al lavabo a cepillarme los dientes.

M. Figuera

Relatos Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora