No le cuentes a nadie.

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Abrió los ojos se encontraba recostada ena silla mecedora de Behati, la luz transpasaban las cortinas debido a que estaban rasgadas. Volvió a cerrar los ojos pero frunció el ceño al sentir un pequeño peso sobre sus piernas, confundida lo tomó y notó que se trataba de un sobre amarillo bastante sospechoso. Retiró la cintillas que lo mantenían cerrado y metió la mano para sacar su contenido.

Ella se puso tensa y el alma se le fue a los pies de manera brutal. La primera foto revelaba a ella y su hija en su fiesta de cumpleaños, la segunda foto era ella en NY cargando al pequeño Pug Carlino que se había escapado de su dueño, la tercera estaba su pequeña hija sola en su habitación, la cuarta foto era Jasmine, Jeremy y Behati en el jardín y la cuarta foto se le cayó de las manos de la impresión

Se trataba de Behati en los brazos de un hombre totalmente vestido negro y un pasamontañas cubría su rostro. La niña tenía los ojos hinchados de tanto llorar, cabello alborotado y una expresión de terror en su rostro. Por un lado sintió alivio de saber que su hija se encontraba viva porque hacía dos meses que no habían descubierto nada. En la parte de atrás de la foto la palmo con las yemas de los dedos y sintió unas hendiduras. Había una frase escrita con letras de periódico recortadas y pegadas con la frase.

"No le cuentes a nadie"

El horror la invadió así que soltó un grito ahogado al ver la siguiente foto.

Volvió a aparecer Behati con el hombre extraño pero está vez teniendo un arma apuntando a su hija, de nuevo se aseguró de revisar la parte de atrás.

"Yo quiero algo que tú tienes"

"No sé lo cuentes a nadie"

-¡Oh mi Dios!- susurró para después romper a llorar con mucha rapidez volvió a guardar las fotos en el sobre amarillo lo peor de todo es que ella no podía abrir la boca para contar lo sucedido. Fue hasta su habitación en donde guardó la evidencia hasta el fondo del armario.

No encontraba paz en su alma sabiendo que su pequeña estaba en manos de un monstruo que en cualquier momento podría hacerle daño. El teléfono de la habitación sonó y ella de inmediato lo tomó.

-Hola...- murmuró una voz ronca
-¿Quien habla?- preguntó con seriedad
-Yo soy el que hace las preguntas- dijo con una voz amenazante -¿recibió mi paquete?- comentó con aires de diversión
-Por favor por favor a ella no le hagas daño...
-Eso dependerá de ti si haces lo que te diré- suspiro
-Habla maldito...- Gruñó
-No te recordaba tan agresiva...- soltó una risa pedante -esta noche irás a las afueras de la ciudad y te detendrás en el kilómetro 13 aun lado del camino junto a las colinas áridas de "Ahzure"- Habló rápidamente -Ha....e irás sola y si me entero de que traes a alguien contigo tu hija se muere- fin de la llamada.

Las piernas le comenzaron a temblar y el teléfono se le resbaló de sus manos. Sabia que era imposible salir de la mansión en estos momentos con Roslyn custodiando cada uno de sus movimientos con exactitud y menos con auto pero existía una posibilidad, ya que en algún lugar de la mansión estaban los establos. Al principio le parecía algo estúpidamente....dramático pero no había otra forma de salir de esta prision llamada "hogar". Antes del que señor Ahmed falleciera le había mostrado los caminos a los que conducía los extensos terrenos a las afueras de los límites de la mansión; había una localidad pequeña a 1 hora de la mansión en donde tenía el acceso al kilómetro 13 y con eso las colinas áridas de Ahzure a no más de 20 minutos.

La sepulcral noche llegó todo el día no pudo contener la impaciencia de que este momento llegará.

—¿Cómo estás?— preguntó Arafat

—Triste— murmuró sin ánimo

—Me estás preocupando llevas días sin ingerir alimentos y apenas y tomas agua.— Camina hasta ella —Sin contar tus vómitos y desmayos.

—Me siento muy preocupada lo único que quiero es encontrar a mi bebé es lo único que me importa— su voz se comenzó a quebrar y soltó las lagrimas

Arafat le tendio una caja rectangular de color azul y Skyler la agarró sin dudar.

—No estoy embarazada— tiró la prueba en el cestito del baño —Y ya vete que quiero dormirme— cerró la puerta del lavado y le puso el pestillo.

Pego el oído a la puerta y esperó hasta que no hubiera ruido alguno entonces corrió a ponerse jeans, camiseta, botas afelpadas y una gruesa chamarra para no pasar frío. Abrió la puerta y efectivamente no había nadie, cruzó la habitación de puntitas hasta salir de ella. Se asomó por los barandales de las escaleras y bajo de ellas. Ya una vez fuera de la casa corrió lo más sigilosamente posible hasta los establos, en su recorrido divisó a Roslyn, Marcus e Ian custodiando los portones de la entrada y muchos hombres más caminando de un lado a otro por los jardines etc. Encontró a Saram una yegua de las más rápidas del lugar y también su mejor amiga desde que llegó ahí.

—Hola preciosa— abrió la puerta de su cuadrilla despacio sin hacer algún ruido

La hermosa yegua movió su par de orejas hacia adelante y atrás al igual que su largo cuello de arriba a abajo, la había reconoce al instante. Emitió un fuerte relinchido cuando Skyler le colocó la silla sobre el lomo.

—Shh...por favor Saram silencio— le suplico a la criatura.

Se montó con dificultades y salió del establo hacia fuera de los límites de la mansión. Miro hacia atrás para ver quizá por última vez su hogar, nadie sabía que pasaría en ese lugar en cuanto llegará. Él tipo la cito en medio del desierto, en medio de la nada y en medio de un destino del cual a lo mejor no regresaría.

Agitó fuertemente las riendas de Saram y está hizo que saliera disparada hacia el lado norte. Antes de irse dejo el sobre que contenía las fotos encima de la cama en donde Arafat las encontraría y le dejo escrito un te amo. Como ella dijo "yo misma buscaré a mi hija".






¡oh, my love! Pt. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora