MOON

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Él me detuvo por el brazo.

-Dejame ir...- dije entre dientes

-No iras a ningún lado- me contestó

Behati se escondió en el pecho, ella sabía que su padre...no era alguien con quien querría estar.

-Te lo pondré muy sencillo...¿Tu hermana ó tus hijos y yo?- le clave la mirada

El tenso su mandíbula y me soltó poco a poco.

-Dame a la niña

-no- me negué

-Skyler dame a la niña- Arafat intento arrebatarmela, pero yo me negué

-No me quitaras a mi hija, es solo una niña- con fuerza quito a Behati de mis brazos, mi hija soltó un grito y enseguida sus lágrimas corrieron por sus mejillas.

-También es mi hija...

-¿a donde vas a llevartela?- pregunte entre mi llanto - Arafat!! - grite su nombre.

Con su fuerte brazo me lanzó al suelo, salió de la habitación con mi hija en sus brazos y cerró la puerta con la llave. Escuchaba el eco de gritos de mi hija... ¡Mamá! ¡Mamá!

Escuchaba los altos tacones de Jasmine, escaleras abajo, palabras que no podía escuchar bien. Parecían gritos y demás. Busqué le llave adicional que estaba en la gaveta, junto a la mesita de noche. Con mis manos temblorosas, inserte la llave en el cerrejo y torpemente abrí la puerta.

-Arafat!- grité su nombre.

Arafat y Jasmine junto con Jeremy, estaban discutiendo sobre lo que estaba pasando.

-¡Somos los tíos de Behati!, ¡Tampoco permitiremos esto!- Jasmine se enfrentaba una vez más a su primo

-¡Es mejor que no te metas!- Le contestó Dylan a Jasmine

-Arafat, es mejor que nos des a la pequeña en esta instante

-Mamá...-Bejati se retorcía en los brazos de Arafat, para zafarse.

Le extendí los brazos a Arafat y le puse una mirada de súplica.

-Dámela, por favor- susurre

Al verse presionado por las miradas de todos, seguramente maldijo en su cabeza y asintió. Me tendió a mi pequeña bebé, la tomé en mis brazos y la abracé mucho.

-Jasmine...no eres fiel a nuestras creencias- Habló Dylan

-Defiendo lo que es correcto, yo no tuve la oportunidad de escojer mi religión. Pero mi sobrina la tiene, cuando crezca ella decidirá...- me guiño un ojo

-Es tu decisión Arafat

-Quiero que todo esto termine, no quiero pelear más. Como líder en esta casa...yo ordeno acabar con esto- hablé con el nudo en la garganta

-Arafat...- Dylan arqueo una ceja

-¿o no es así?...Te demostré mi honor después de nuestra boda, eso me hizo tu esposa oficialmente...eso dicta la ley

Miró de reojo a Dylan

-Si..

-Eso me hace la segunda al mando aquí, ya me escucharon les ordeno acabar con esto.- mi enojo estaba por las nubes y sentí como la sangre me hervía.

-No puedes ordenar nada- repingo Dylan

-¿Ya se te olvidó con quien estas hablando?- dije en tono amenazante - No quiero convertirme en... Elizabeth Bathory aun que virgen ya no eres y no me serviras de mucho.

****

Deje a mi bebe en su cuna, le hice una oración y le di un beso. Deje a los guardias al cuidado de la puerta, me dirigí a mi habitación. Ignore a Arafat y comencé a quitarme la ropa, dejándola caer sobre el sueño. Me metí a la ducha con agua caliente cerrando la puerta del cansel.

-Sky- la voz de Arafat resonó en el cuarto de baño.

Terminé de bañarme y salí. Los ojo de Arafat se posaron en mi húmedo y desnudo cuerpo, mi cabello caía sobre mis pechos.

-En vez de mirar...por favor dame una toalla- me crucé de brazos

Vaciló un momento y buscó en el elegante anaquel blanco, tomó una toalla blanca y me la tendió.

-Gracias- dije tomándola

-escu...

-Esta noche quiero dormir en paz, eso te lo pido. No quiero hablar contigo esta noche- me envolvi en la toalla y me pose frente al tocador, para cepillar mi cabello.

No me dijo nada, salió y regresó al baño en cuestión de segundos. Dejó sobre el lavabo de mármol, un pijama gris. De pantalón y blusa de tirantes de satin.

-Te espero en la cama- murmuró y se fue.

Me cepille los dientes, peine mi cabello y apliqué mis productos con olor a vainilla. Arafat ya estaba en la cama, con la lámpara encendida, me guíe por su luz y me acosté en la cama, hundiendome entre las suaves y afelpadas colchas. Enseguida unos brazos me rodearon.

-Arafat....- proteste

Sus brazos me apegaron a él, hasta que quedamos juntos cuerpo a cuerpo. Su barbilla se apoyó sobre mi cabeza y su calor me invadió.

-Estas muy fría, necesitas calor

-No quiero ser abrazada por un hombre, el cual vende a su propia hija a la religión.

-No quiero volver a tener problemas contigo, fui un idiota...me deje convencer por Dylan y sus ideas. Como dicen me agarró en mis 5 minutos de idiotez

-¿Porque Dylan está aquí?...

- Esta casa también le pertenece a Dylan...no recordaba el porque Aryan y yo nos habíamos separado de ella.

-Me perdonaras pero...no soporto a Dylan, pondré mis límites con ella, de una vez te aviso Arafat. Entre Dylan y yo no habrá nada de amistad.

-Estas en todo tu derecho.

...

A la mañana siguiente, recibí a Joseph en la habitación de enfermería de la mansión.

-He traído los resultados...- me tendió un sobre amarillo.

-¿podré hacer el tratamiento?

-Si, tengo las píldoras que necesitarás- de su maletín negro, sacó las pastillas en un formato de cartera, pequeñas y de colores rosas que iban del más intenso al más claro. -Tomarás una cada día, en el horario de la mañana.

-¿9 am, esta bien?

-Si, como recomendación no debes olvidarte de tomarlas siempre a la misma hora.

-¿si olvido tomar una?

-su eficacia se reducirá, y podrías quedar embarazada

-Esta bien Joseph...Gracias por todo

¡oh, my love! Pt. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora