Ella regresó al anochecer a casa de Eidan.
-Señora, estábamos muy preocupados
-Tranquilo Rob estoy bien
Entro a la casa y aire de aroma a canela la envolvió, vio a los pequeños jugando sobre la alfombra. Tenía el corazón deshecho, no debió de decirle esas palabras a Eidan, esas últimas palabras crueles y pedantes. Soltó las lágrimas, tenia un sentimiento de culpa que le estaba pinchando el pecho. Eidan salió de su habitación, con una cara de pocos amigos, vestía muy bien, pues era viernes y las 9 pm.
-Eidan...por favor espera- dijo entre lágrimas
-¿que sucede?, ¿no has terminado?
-Escúchame..
-No lo haré, además tengo que irme.
-¿a donde?- se apresuró a preguntar -quedate por favor..
-al club...- dijo fríamente y salió de la casa.
***
EN EL CLUB...
-Te dije que nada resultaría bien con esa chica.- Kurt
-Una persona como ella, no puede estar con alguien como yo
-Hermano, no te menosprecies, eres guapo, rico e inteligente. Con todo eso puedes conquistar a cualquier chica... Por ejemplo a Kroes.
-No me gusta Kroes..
-Entonces te gusta la rubia, Emily
-No entiendes Kurt.
-Sufre entonces amigo, la pelirroja nunca te va corresponder. Además mira hay más de una pelirroja en este mundo
-Necesito otro cosmopolitan...
-Ese es mi amigo- celebró Kurt
****
Viernes por la noche, Skyler veía a las chicas con vestidos ajustados y un poco reveladores, los cabellos perfectamente arreglados y color carmín en sus labios. Todos se dirigían al lugar que se podía ver a distancia, debido a los cientos de luces. Al parecer no había tan poca gente en el pueblo.
Hace mucho que Skyler no usaba un vestido de esos. Lo encontró en una tienda de caridad, era de los 90 y de la casa de modas "Givenchy". Nadie lo comoraba pues era pequeño y ajustado.
Le había visto un vestido así a Jasmine, se veía espectacular. Skyler apenas podía respirar, marcaba su pequeña cintura, el negro se ajustaban a su pálido cuerpo y le dio color a sus labios con un tono nude...
Su triste cabello, resaltó por las hermosas hondas hechas por el cepillo y el calor.
-señora....- Los muchachos apartaron su mirada -¿a donde irá?
-saldré a divertirme. Ven conmigo Roslyn
***EN EL CLUB..
-Pasame la botella...- dijo Eidan
-es mejor...el tequila, noquea más rápido.
-Bien- Eidan hizo caso
El alcohol, la música y las chicas, empezaban a hacer efecto en el pobre Eidan.
-No jodas..- Kurt pasó su brazo por los hombros de Eidan y con su mano libre dio un golpe sobre su pecho.
-¿que sucede?- preguntó Eidan
-Si no la quieres...¿Puedo quedarme con ella?
Ella y Eidan se encontraron las miradas, a pesar de que había un mundo de gente bailando y riendo por todos lados. Lo primero que sintió al verla fue..."oh por dios"
Detrás de ella venía Roslyn, haciendose pasar por un chico normal, tomando la mano de "su protegida". ¿Que pensaría el jeque de esto?, Roslyn estaba super incómodo.
Sinceramente Skyler se veía hermosa, el vestido marcaba sus perfectas curvas. Adoraba su estrecha cintura y sus largos cabellos caían hasta la mitad de su espalda. ¿Como no enamorarme de una mujer como ella?, me preocupaba como los hombres le dirigían la mirada, pues ni habían visto más que las mismas chicas del pueblo.
Caminé hasta ella, de cerca poseía unos hermosos ojos. Le acaricie el brazo y ella suspiró.
-¿Que haces aquí?- le pregunté
-Necesitaba hablar contigo. Estoy arrepentida de las cosas que te dije, perdoname, nunca soy así...
Eidan retiro un mechón de cabello que caía sobre su frente y paso sus dedos por el rostro de ella.
-Ven conmigo- le hizo una señal con la cabeza.
Roslyn entre su incomodidad, se distrajo. Dejando de prestar atención a ella.
***
El techo del club.. Una hermosa terraza con vista hacia los atiborrados bosques y el pequeño pueblo llamado "Ava". La piel se le erizó a Skyler por los fríos vientos de la noche.
Eidan le prestó su chaqueta.
-Te lastime, perdón- pronuncié débilmente las palabras
-¿que sería mi vida sin ti?, me pasé estos 2 años observandote en hojas de papel y sitios de televisión. Deseando volver a tenerte cerca..- dio un beso sobre mi frente .
-Eidan..- bajé la cabeza
-esta de más decirte que te amo- puso sus dedos bajo mi barbilla y me obligó a verlo a los ojos.
Tenía la ansiedad de besarlo, así que por impulso pegó sus labios sobre los míos y un beso apasionado se formó.