Irritado Eidan se sentó de nuevo sobre el sofá.
-Eidan...no puedo divorciarme de Arafat- se sentó a su lado
-entonces ven conmigo- tomó sus manos entre las suyas.
-No puedo- murmuró
El llanto del bebé hizo que Skyler se levantará y fuera a verlo, Eidan esperó a que ella desapareciera por alguna de las puertas. Él era un demente por lo que iba a hacer, siguió por el mismo pasillo y se espió por el marco de la puerta. Si esa era la habitación de Iskander, la siguiente debería ser de Behati.
Entró al cuarto de la niña y la vio dormida con profundidad.
-Tu madre va a matarme, pero no me tomará en serio, perdoname- susurró en voz baja
Tomó a la niña de la cuna, ella reaccionó muy bien. Es más hasta le sonrió y se apego más al pecho de Eidan.
Salió del apartarmnto con Behati en sus brazos, tomó el elevador y marcó el primer subsuelo del estacionamiento. Metió a Behati en el asiento trasero de su auto y le colocó el cinturón de seguridad.
-¿mamá?- preguntó Behati con preocupación
-Ahora no muñeca..mamá vendrá pronto eso te lo aseguro- él encendió el coche y condujo fuera del edificio.
****
Terminó de calmar al pequeño Iskander y regresó a la sala de estar. No vio a Eidan por ningún lado, sólo había dejado las fotos y el anillo...y una nota con un número de teléfono.
-Parece que ya te fuiste- pensó
Ella bostezo, estaba cansada y debía de ir a dormir. Fue a la habitación de su pequeña para ver si todo estaba bien.
-cariño...- se le fue el alma a los pies cuando vio que la cuna estaba vacía -¡Behati!- grito
Revolvió el closet, reviso el lavado y puso de cabeza todo el apartamento, y la pequeña princesa no estaba.
-Maldición!- se puso Histérica. Observó el papel con el número escrito y sin dudarlo tomó su iPhone y marcó el número.
Estaba toda asustada y temblorosa, Eidan se había llevado a Behati.
-temia que no dieras con el número
-EIDAN, ¡¿DONDE ESTA MI HIJA?!
-ella esta conmigo, apresurate a venir porque ya vamos bastante lejos
-¡REGRESA AQUÍ CON MI HIJA, SI ALGO LE PASA A ESA NIÑA. TE VOY A MATAR!
-Conduce por la avenida principal hasta llegar a la calle octava poniente.
-Espera...- él colgó
Maldito imbécil.
Velozmente agarre varias mantas afelpadas, abrige a Iskander y puse todo dentro de una pañalera. Agarré todo incluyendo mi teléfono, abrigo y las llaves del coche y apartamento y mi cartera.