-Mis amores...- sollozo
Últimamente estaba ebrio los 7 dias de la semana por causa del exceso de whisky y su dieta de solo uno que otro dátil para quitarse el sabor amargo de la bebida. El cabello y la barba crecida atiborradas en su rostro, ojeras similares al color lila de los hematomas yacían de bajo de sus ojos culpa del insomnio y el estrés. Joseph tenia que revisarlo constantemente ya que evidentemente su estado de salud había empeorado y ataba sumido en la depresión y la tristeza.
Miro por la ventana que daba una gran vista hasta el jardín de las flores se podía imaginar lleno de luces, flores frescas que eran cambiadas cada 3 dias y el ambiente de armonia junto con la felicidad que emanaba de las risas de su esposa a la hora de contar un chiste durante la cena. Recordando aquellos momentos volvio a derramar lagrimas ya que eso no ocurría esa noche. El jardín tenia ya las flores marchitas, en la penumbra y en el olvido. Salio de la oficina y fue hasta el cuarto de Behati que con gran sorpresa abrió los ojos, había olvidado cuantos jarrones con tulipanes había mandado a traer aqui y al igual que el jardín yacían marchitos algunos ramos.
Arafat le había enviado ramos de tulipanes rojos y amarillos. El rojo representaba a su esposa ya que ese era el color que mejor la definía y el amarillo para su hija un color hermoso y sofisticado. Para el representaba la belleza de sus dos amores en esas flores tambien mandaba rosas escarlata como significado del amor puro y la pasión que había entre ellos. Despues de ahi fue hasta su recamara en la que por primera vez decidió tomarse una ducha completa, el perfume de un suave olor a vainilla seguia en la pieza, en el baño, en su ropa y entre las sabanas de la cama en donde acostumbraban muy a menudo a hacer el amor hasta el amanecer o si era posible parte de la mañana.
Había algo. un objeto que no era ni tan sólido pero tampoco tan blando. Lo busco entre las sabanas con desesperacion y encontro un sobre amarillo, con el ceño fruncido busco un remitente pero no había nada acerca de uno. Metió la mano y sustrajo el paquete de fotos. De la sorpresa le pudo haber dado un infarto al ver la foto de su bebe en brazos de un extraño hombre apuntandole con un arma, había unas protuberancias atrás del papel asi que lo volteo y encontro la frase escrita con recortes de letras provenientes de un periodico.
'No le cuentes a nadie¨
No había mucha comida ni tampoco suficiente agua, ya no podía satisfacer el hambre su pequeña con la leche materna. Ni ella se podía mantener fuerte pues los mareos, vomitos y el cansancio extremo ya la habian debilitado.
—Te amo Behati, pronto iremos con papá— le dió un beso en la frente con amor y la bebe hizo una mueca de disgusto. Tenía hambre.
Miró por las rejas que protegían la ventana y vió el barco en donde bajaba Ethan junto con sus matones. Se aceleró un poco y pego a su pequeña a su pecho. La puerta rechinó.
—¿Te gusta tu casa?— preguntó Ethan y detrás de él venía un tipo cargando una caja
—Quiero irme Ethan— exijió
—Te iras cuando firmes los papeles— trajo una silla de la esquina y se sentó frente a ella. Le hizo una señal a su hombre y se fue.
Esperamos a que la puerta se cerrará y volvió a aparecer un silencio incómodo. Puso de lado la cabeza y miró con curiosidad.
—Parece que tiene la bebé hambre— dijo con seriedad
—No— lo miró de reojo
—Skyler...hazlo por tu hija..quien se muere de hambre— suspiró
—No— volvió a decir fríamente
—sabes...te pareces a tu madre— comenzó a reír —luces igual que ella..fachosa y hambrienta.
—No me interesa tus comentarios— puso los ojos en blanco.
Ignoró totalmente las palabras de Ethan y se concentró en dormir a su bebé. Un sabor dulce en el paladar comenzó a aparecer y tragaba saliva para alivanarlo pero eso no funcionaba. Poco a poco unas náuseas se formaron en su interior y la obligarán a buscar un cubo para deshacerse del vómito.