Mini 1/3

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Terminaron de hacer los arreglos correspondientes a las habitaciones de los pequeños y extras. En menos de una semana comenzamos a tener una vida normal, a Behati le encantaba ir al club infantil que solo se encontraba caminando 3 cuadras. Revisaba las compañías de mi padre atravez de mi ordenador, realmente todo iba bien incluso Jeremy estaba haciendo un excelente trabajo así que no había tanto de que preocuparse.

Admito que Suiza no estaba en mis apresurados planes, pensaba volver a Chicago ó Reino Unido pero era demasiado obvio para que Arafat buscará primero. De la nada la idea de llegar a Zuisa me emociono era un país desconocido para mi y Arafat ni siquiera se le cruzaría por la mente ese lugar, pensaría en países más cercanos como Francia, Italia ó España en donde teníamos varias residencias vacacionales.

Lo mejor de todo era que en Zurich no se hablaba tanto sobre el tema de la realeza árabe, así que ese era un bonus para mi. Por la tarde llevaría a Iskander al médico para hacerle exámenes, vacunas y esa clase de cosas.

-Señora Skyler, el pequeño Iskander ya está listo para ir a su consulta- Ayze la tierna niñera de Iskander, era tan servicial y amable.

-Muchas gracias Ayze, ¿podría pedirte un favor?

-Si señora dígame.

-¿buscarías a Behati en un rato?, no creo que llegue a tiempo para recogerla después del hospital

-Claro que si señora, yo iré a tiempo

Yo asentí, Ayze se dio la vuelta para volver a la cocina pero recordé algunas cosas...

-Ayze..- la llamé

-¿si?- volvió con rapidez

-Por favor vengan lo más rápido que puedan a casa- pedí

-Conforme señora Skyler°

-Gracias Ayze

****
???

Me dirigía al piso de neurología por el elevador, solo faltaba cruzar el área de pediatría para llegar hasta allá. Tenía tiempo así que decidí tomar un atajo por la zona de cardiologia, baje del elevador y seguí la flecha.

Crucé también por pediatría, la sala estaba repleta de padres con sus pequeños. Me gustaba recorrer esa zona, pues siempre me recordaba a mi hijo.

Me frene en seco cuando volví a ver a la misma chica sonriente de largos cabellos rojizos, entre sus brazos tenía a un bebé de apenas unos 8 meses de edad. Platicaba sobre un cita que tenía con el pediatra.



¡oh, my love! Pt. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora