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Después de conocer a la chica de los lunares bonitos, se había sorprendido a sí misma yendo diariamente a ese parque con la excusa de dibujar cualquier objeto que se pusiera enfrente, aunque en verdad sus intenciones eran completamente diferentes.

—Hum.— Refunfuño entre dientes derrotada mirando su lienzo en blanco, ya había pasado una semana y no le había vuelto a ver.

Estaba comenzando a creer que simplemente era una turista en aquel pueblo tan pequeño ya que ni siquiera tenía rasgos coreanos.

—Hola.— Se quedó de piedra. La voz la reconocería hasta en sus sueños, pero después de varios días sin verla simplemente creía que su cerebro le estaba jugando una mala pasada. 

Sintió una mano en su hombro causando que diera un ligero salto. Levantó lentamente la mirada encontrándose con aquellos profundos ojos que la habían cautivado tanto.

—Hola.— Devolvió el saludo con una pequeña sonrisa.

—Solamente te quería agradecer por lo de hace unos días...— Se inclinó levemente la chica haciendo una leve reverencia.

—No hay de que.— Inconscientemente, seguramente debido a los nervios, forzó un poco la voz, haciéndola un poco más grave de lo que ya era.

—Déjame recompensarte con algo ¿Si?— Intentó convencerla pues de verdad le había ayudado, además de que sabía que no cualquier persona hacía tal cosa.— ¿Un café, quizá?

Chaeyoung negó con la cabeza, dedicándole una pequeña sonrisa, conpletamente apenada.— No tienes que pagarme por nada.

—Pero fue un gran favor el que me hiciste, chico.—Insistió la pelinegra cruzándose de brazos.

Chaeyoung estaba anonadada ¿Chico? ¿Había escuchado bien?

—Enserio no tienes que hacer nada...— La chica hixo un ademán con sus mano, tratando de restarle importancia.

—Soy muy terca ¿Sabes? Y no dejaré de insistir hasta que escuche un "Si" como respuesta.— Por la mirada tan decidida y profunda de aquella muchacha, no tuvo más remedio que ceder.

La de cabellos cortos suspiró, rendida.— Tu ganas. Vamos a la cafetería.

—¡Bien!— Celebró la contraria. —Vamos...— Chasqueo sus dedos al no recordar su nombre, al mismo tiempo de que la tomaba por un brazo.— Disculpa ¿Cual es tu nombre?

El corazón de Chaeyoung latió con fuerza. 

Si le decía su verdadero nombre, corría el riesgo de que descubriera que nunca fue un hombre y no había protestado ante la confusión.

 ¿Qué pasaría si ella le contara la verdad? ¿Se alejaría? El pánico comenzaba a apoderarse de ella.

Mina le veía con una sonrisa agradable en el rostro esperando pacientemente la respuesta. Dios, era tan bonita.

¿Qué debía hacer?

¿Qué debía hacer?

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boyfriend ➳ michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora