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Mina estaba agotada, demasiadas emociones en un día y lo único que necesitaba era una siesta para descansar un poco de todo lo ocurrido, aclarar su ideas y reflexionar si había sido la mejor manera de reaccionar. Porque sí, desde que se había quedado sola en casa, su mente no paraba de taladrar con las palabras de Sana con respecto a Dong.

Se sentía terrible, su pecho se apretaba al imaginar a su amigo desconcertado y más confundido que ella misma. Chasqueó la lengua en un gesto de inconformidad ¿Y si le mandaba un mensaje? Por lo menos así podría sentirse un poco mejor y su consciencia dejaría de joder.

Con determinación tomó entre sus manos su teléfono celular y entró directamente en el chat de Son, sus pulgares quedaron estáticos en el aire, picando de ansiedad ante las inmersas ganas que tenía de escribir pero sin tener el tino adecuado para su elección de palabras.

"Hey, Dong"

Escribió, apresando su labio inferior entre sus dientes y su corazón retumbando en todo su ser.

"¿Podemos hablar?"

Tragó saliva.

"Siento mucho lo de esta tarde..."

—Agh— chilló la chica lanzando su teléfono lejos de su alcance con frustración y cubriendo su cara con sus palmas— No puedo hacerlo.


___________

Llamada entrante
DoDo❤️
Contestar.                   Rechazar.
__________


Al principio, a los primeros segundos que había comenzado la llamada, ninguna de las dos había hablado debido a los nervios.

—Hola, Dong— La voz les salió un poco baja, avergonzada por la forma en la que su nombre se escapó de esa manera tan ansiosa.

—Hola, Minari— Devolvió el saludo Chaeyoung, sonando un poco más nerviosa de lo que le habría gustado. Maldición—. Estaba preocupado por ti, ¿Estás bien?

Mina sintió como su pecho ardía de una manera que le era casi insoportable, de pronto se sentía patética, sus ojos amenazaban con soltar un par de hilos de lágrimas. Pero, ¿Cómo no hacerlo? Todo ese rato se había estado carcomiendo la cabeza con respecto a Dong, que posiblemente estaba enfadado pero lo primero que hizo fue preguntar por si ella se encontraba bien.

—Estoy bien, gracias por preguntar DoDo—La japonesa sonrió con tristeza. Tomó profunda respiración y soltó:— Lo siento mucho el cómo me comporté hoy.

—Oh, no—Dong negó con la cabeza, a pesar de que sabía que Myoui no era capaz de verle—. No tienes por qué hacerlo...

—Pero- —Su argumento fue interrumpido por su amigo quien había soltado un gemido de exasperación.

Lo que sucedía era que Chaeyoung no sentía correcto exigir una disculpa por parte de Mina cuando ella misma escondía una verdad importante de ella. Se sentía incorrecto, hipócrita y eso no hacía más que hacerle sentir peor.

—Si es así— insistió—Entonces, de alguna manera siento que yo también debería disculparme

—Pero ¿Qué tonterías hablas?— rió—Tú no has hecho nada malo, Dong.

—Yo...—titubeó Chaeyoung, en un rápido debate mental en si debía decir de una buena vez la verdad o no.

Pero ¿Y si Mina no se lo tomaba bien? ¿Y si no le dejaba explicarse?¿Y si le decía que ya no quería verle nunca más?

Todas estas preguntas acobardaron a la coreana, la llenaron de miedo y terror al rechazo. Y por eso decidió callarse su más profundo pesar.

—Por favor, acepta mis disculpas.

La voz de aquel muchachito entonaba una sonata desesperada, con ligeros vocales escondidos de culpabilidad y no iba a negar eso le había preocupado a la japonesa.

Chaeyoung no se disculpaba por los recientes acontecimientos.

Se disculpaba por la gran mentira que no había sido capaz de parar a tiempo.

Aquella que llevaba cargando en su consciencia desde que se conocieron.

Chaeyoung solo quería escuchar aquellas palabras de indulgencia para hacer su condena menos tortuosa, bastaba solo con eso por ahora para calmar aquel miedo que se había instalado fuertemente en su corazón.

—Bien, te perdono— susurró Mina—. Aunque ni siquiera sé por qué debería hacerlo.   

Contrario a sus esperanzas, el corazón de Chaeyoung solo se estrujó al escuchar tales palabras. En su cabeza, la imagen de su madre se encontraba más que presente.

—Tengo algo que decirte, Minari—confesó Son, sintiendo como incrementaba el dolor en su pecho y poco a poco el aire se le escapaba, impidiéndole respirar con entera normalidad.

—Puedes decirme lo que sea.

La línea se sumergió en un eterno silencio en el que solo sus respiraciones daban aquel indicio de que la llamada seguía en curso. Chaeyoung negó con la cabeza, no podía decirle la verdad a Mina, no en este momento.

—Te quiero.

Cobarde.

Por primera vez la risilla que emitió Mina le pareció aberrante, se consideraba indigna de escucharla, sucia.

—Yo también.

GodJihyo03 ¿Contenta con tu actualización?>:v

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boyfriend ➳ michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora