boyfriend ➳ michaeng

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Chaeyoung soltó una pequeña risa, cubriendo sus labios con su mano para no parecer muy ruidosa ante Tzuyu. ¡Al fin la chica había aceptado una breve salida con ella! Y eso a decir verdad ya era un logro bastante grande.

De hecho, lo más curioso de toda la situación era que la misma taiwanesa fue quien había tomado la iniciativa para hablar con ella y acordar un pequeño paseo por los alrededores. Como si extrañas criaturas humanoides la hubieran abducido y lavado el cerebro para que aceptara su propuesta.

—¿Has aprendido un poco más de coreano en estos días?— Preguntó Son mirando como sus pasos fueran acompasados por un mismo ritmo.

Tzuyu detuvo su caminar, rascando su barbilla como si la respuesta requiriera algo más profundo que un simple monosílabo.— Supongo.

Su pronunciación se había vuelto un poco más clara... aunque quizá solo era que Zhou se había animado a hablar en un tono más elevado, a diferencia de sus murmullos apenas entendibles,

—¿No tendrás algún pretendiente coreano?— La de menor estatura elevó ambas cejas de manera sugestiva mientras esbozaba una sonrisa pícara. 

Los ojos de la más alta se volvieron como platos, mientras su rostro comenzaba a adquirir color rojizo ¿Pero qué idioteces pasaban por la cabeza de aquella enana? 

Al notar la expresión de Tzuyu, Chaeyoung explicó:

—Aquí en Corea se dice así cuando una extrajera está aprendiendo el idioma y lo hace bien.— Rió.— Y a juzgar por tu expresión acerté ¿No es cierto?

El rubor se extendió hasta las orejas a la vez que la imagen de Jihyo aparecía en su mente y como para "ayudar" a entender mejor el idioma se había recostado en el sofá junto a ella toda una tarde mirando películas de toda clase.

—¿Lo ves? ¡He acertado!— Celebró Chaeyoung señalado su rostro.

Tzuyu se cruzó de brazos soltando un bufido, comenzando a caminar de nuevo un poco más rápido, rumbo a la casa de la coreana.

—¿Por qué huyes, Tzuyu?—La sonrisa de Chaeyoung se agrandó un poco, tratando de emprender camino de nuevo a un lado de su nueva amiga. 

—¡No tengo ningún pretendiente coreano!— Chilló consiguiendo una carcajada de parte de la otra.

Después de aquello la conversación entre ambas quedó en un silencio un poco más cómodo.

Su teléfono sonó en el bolsillo trasero de sus pantalones haciendo que Son con un poco de fastidio lo tomara, dedicandole a Zhou una pequeña mirada pidiendo disculpas, ya había sonado otras veces en el transcurso de su salida con Tzuyu pero ni siquiera se había  molestado en mirar de quien se trataba puesto que no le creía importante.

Cuando el nombre de su madre apareció en la pantalla no dudó en contestar. 

 —¿Mamá?

—Hija...— El tono de voz de la mujer se escuchaba bastante bajo, como si estuviera susurrando, además de escucharse un poco nerviosa.

El silencio proveniente de la otra línea hizo que todas las alarmas en la cabeza de Chaeyoung se encendieran, haciendo que su corazón se acelerara y su respiración se entrecortara por apenas unos segundos.

—¿Pasó algo, mamá?— Preguntó Chaeyoung elevando la voz, ansiosa.

— Mina está aquí. 

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