boyfriend ➳ michaeng

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Mina tomó aire, levantó una de sus manos, deteniéndose en la perilla de la puerta, vacilante, indecisa de entrar o no a la cafetería. Sin embargo ya todo estaba hecho, seguramente Momo ya estaba dentro, esperando hablar con ella. Suspiró. Mientras más rápido entrara, más rápido terminaría ¿Verdad?

Empujó la puerta y entró, haciendo sonar una campanilla, avisando a los trabajadores del lugar que un nuevo cliente había llegado.  

—¡Minari!

La voz de Momo resonó en el vacío establecimiento, haciéndole temblar. Se dirigió hasta la mesa donde se encontraba la mayor, notando ya dos tazas de café en la mesa. Ya no había vuelta atrás. 

—He pedido un café por ti, espero no te moleste.— Le dijo la muchacha cuando notó su mirada fija en las bebidas. Myoui negó con la cabeza, tomando asiento.

—¿Cómo estás?—Preguntó animada.— ¿Y tu hermano?

—Bien, supongo.— Mina trató de sonreír para después dar un pequeño sorbo a su bebida, disimulando una mueca dejó la taza de lado. La contraria se había equivocado en ordenar su café. Había elegido el sabor preferido de su hermano.— No hablo mucho con mi hermano ya, el suele ignorar mi presencia la mayoría del tiempo desde...

Se detuvo, notando como Momo quien removía su propio café con una cuchara quedarse helada ante sus palabras, siendo inundadas por un largo silencio después.

— Lo siento mucho.— Su voz había salido apenas en un susurro, tan bajo que solo para ella fue audible.— Actué de manera impudente, Mina. No pensé en las consecuencias que podría causar con mis acciones, que podría dañarte de esa forma.

Mina enarcó una ceja.

—¿Por qué hasta ahora te has acercado para pedir disculpas?— Las palabras fueron pronunciadas lentamente, sonando un poco más a la defensiva de lo que en realidad deseaba, se maldijo mentalmente por aquello. Pero Momo no se mostró sorprendida o dolida por aquella pregunta.

—Regresaré a Japón.— Comentó Hirai ante el denso silencio que se había formado.—Además de que sí te había buscado desde antes, una vez, cuando estabas con tu novio. Quiero arreglar las cosas antes de partir. 

Mina bajó la mirada, cohibida, contrariada. Momo sintió sus ojos picar ante el vacío que cada vez pacía hacer una herida más profunda en su corazón.  

—Pero supongo que no puedes tratar de reconstruir un corazón destrozado si el tuyo también lo está ¿Cierto?

Hirai sonrió entre lágrimas. Se levantó, sacó un par de billetes para pagar la cuenta y los dejó sobre la mesa.

—Espero recibir tu perdón, Minari.— Se inclinó hacia su menor y sus labios rozaron su mejilla empapada de lágrimas. Cuando pudo reaccionar, Momo ya no estaba.

Cerró los ojos con fuerza mientras se llevaba ambas manos a su cabeza, imágenes reproduciéndose en su cabeza rápidamente , la sensación amarga de aquellos dulces labios sobre su boca, la mirada de su hermano derramando cólera pura, su mejilla ardiendo y su vista borrosa.

Necesitaba salir de ahí.

Salió del establecimiento dando grandes zancadas para dirigirse a aquel banco de madera, donde había tratado de enfrentar a sus padres por primera vez, fallando patéticamente en el intento, y también había conocido a Dong.

Dong.

Necesitaba verlo.

Sacó su teléfono y tecleó su número, esperanzada de que Dong estaría ahí para ella.

Nada

Decidió intentarlo otra vez...

Dos veces más...

Lamentablemente, Dong nunca atendió su llamada.