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Un fuerte estruendo resonó por toda la residencia haciendo que Chaeyoung saltara y se encogiera en su lugar. Sr recriminó mentalmente por haber llamado a Myoui y hacerla ir hasta su casa a pasar el rato. Claro, parecía que era el karma quien se había encargado de hacer llover a cántaros justo después de haber terminado la llamada.

Eso hacía 15 minutos.

Mordió su labio inferior intentando tranquilizarse; quizá ya ni siquiera vendría. Miró la comida que había preparado con anterioridad, detallando en los gustos de su mayor para que ambas pudieran pasar un rato agradable, suspirando con pesar porque prácticamente se había encerrado horas en la cocina para que después se tardara varios minutos en llamar a la japonesa (más por los nervios que otra cosa, ya que no quería que pareciera que estaba desesperada por volver a verle).

Miró con lástima los platos medio llenos de comida; no podría acabar con todo ella sola y encima le tocaría a ella limpiar todo su desastre.

Tomó un puñado de palomitas y se lo llevó a la boca mientras que con su mano libre tomaba el mando de la TV y ponía play a la película.

La puerta sonó. Se levantó con pereza y con su caminar flojo y cara de pocos amigos se dispuso a abrir la puerta encontrándose así con su tan esperada visita.

La contraria le sonrió cálida haciendo que al instante su expresión cambiara completamente al imitarla. Y sobre todo, no tenía ningún rastro de haber sufrido del efecto de las lluvias en sus ropas.

—Hola.—Saludó ella.— Espero que la película no haya empezado sin mí.

Son negó con la cabeza riendo levemente.

—Nunca te dejaría atrás.— Pronunció sintiendo un significado mucho más profundo y cercano y al parecer no fue la única en captarlo de esa manera porque cuando menos se dio cuenta la pelinegra se encontraba con las mejillas rojas y la mirada perdida surgiendo el mismo efecto en sí misma.

—¿Quieres pasar?—Carraspeó haciendose a un lado para que la mayor pudiera entrar.

Caminaron a través del pasillo siendo seguida de cerca por la otra. La japonesa se detuvo a mitad de su trayecto para observar mejor una fotografía que al parecer era de toda la familia Son. Todos las personas presentes podía identificarlas...

Pero no a Dong.

Estaba casi segura que no estaba presente en la foto siquiera.

Quizá él tomó la foto, pensó.

Mina detalló más los rostros de las personas que veían sonrientes hacia la cámara, centrándose más en una menuda muchacha en especial, de cabellos largos y castaños que sonreía cono una niña pequeña. Muy parecida a Dong.

—¿Qué miras?—Su voz le hizo que se sobresaltara, mirando casi con temor a la otra, como si la hubieran atrapado en algo prohibido.

—E-Ella...—Señaló con su dedo hacia la chica que había estado observando, no sabiendo como adentrarse en el tema.

—Es mi hermana.—Le sonrió con un pequeño toque de nerviosismo en su voz pues se había olvidado por completo de la existencia de esa foto.

—Algún día tendrás que presentármela porque es muy bonita.— Bromeó Myoui mientras se dirigía hacia la sala.—Quisiera salir con ella.

Mina creía que ya venía siendo hora de encontrar a alguien con quien reír, jugar y que su corazón se saltará un par de latidos con sólo de verle. Y así, superar su pasado.

Cuando Chaeyoung regresó a la sala y pusieron la película, ni siquiera pudo concentrarse en ella al completo debido a las recientes palabras de Mina que no dejaban de repetirse en su cabeza.

Su corazón se saltó un par.de latidos cuando cayó en cuenta de algo:

Ella también estaba dispuesta a salir con Myoui Mina.

boyfriend ➳ michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora