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Un pesado suspiro escapó de sus belfos sin poder evitarlo mientras miraba el pulcro rostro de su mejor amiga en calma, durmiendo plácidamente.

De verdad que odiaba mentir.

Pero si decía la verdad a Jeong, ella vendría prácticamente corriendo y tiraría la puerta para así poder siquiera verla, asegurarse que está bien. Conocía a Nayeon, y cuando una idea se colaba en su cabeza, nadie era capaz de hacerle cambiar de parecer.

Ni siquiera Mina.

Por el momento, lo mejor era dejar a Im para reflexionar sobre lo sucedido, con su breve conversación rondando en su cabeza para que comprendiera el punto, para hacerle entender que realmente todo era un malentendido entre las dos. No era de lo más prudente a su parecer que Nayeon hablara sin estar en sus cinco sentidos, esperaría hasta que las emociones y su razón se hicieran claras para que dejaran de nublar su juicio.

Un ligero temblor se apoderó de ella. Todavía recuerda la expresión de temor con la que la castaña le había mirado al decirle que Yoo era quien había preguntado por ella.

—Es Jeongyeon—Avisó Mina leyendo de nueva cuenta el mensaje de la de cabellos cortos.—Pregunta por ti... ¿No llevas tu teléfono contigo?

La otra negó.

—No le digas que estoy aquí.—Suplicó con su voz en un hilo.—Por favor, Minari.

Y simplemente Myoui no pudo negarse.

Porque sabía perfectamente el cómo se sentía.

Derrotada, la japonesa tecleó una breve respuesta para la de cabellos cortos, afirmando que podía estar tranquila, sin miramientos ni detalles porque conocía a la mayor, sabía perfectamente que Jeong recorrería la ciudad entera para encontrar a Nayeon, a la chica de la que gustaba.

Gustar.

Sin saber realmente el por qué el fugaz recuerdo de Dong apareció por su mente y lo bien que lo habían pasado aquella tarde.

No, más bien, desde que aquel pequeño y bonito chico se había presentado en su vida su manera de ver su alrededor se notaba de una manera distinta, más colorido, más alegre. Y todo eso le hacía sentir bien.

Tan bien como hace tiempo no se sentía.

En su pecho se instaló una ligera presión en su pecho sintiendo su garganta secarse, mientras breves recuerdos invadían su mente cual balas, taladrando en su cabeza.

Se levantó de la cama tomando una gran bocanada de aire debido a lo sofocada que se sintió de repente. Su vista se dirigió al reloj ubicado en la mesita de noche.

11:48 p.m

Caminó hasta la puerta de su habitación y cuando estuvo a punto de girar la perilla para ir directamente a la cocina por un vaso de agua un apenas audible golpeteo en su ventana le hizo sobresaltarse.

El corazón de Mina comenzó a latir con fuerza sobre su pecho mientras descargas de adrenalina recorrían todo su cuerpo. Al llegar al borde del marco de la ventana, inclinó un poco su cabeza para mirar entre las cortinas.

Cuando cayó en cuenta de quién se trataba se alejó un poco a la vez que se cruzaba de brazos mordiendo de una manera insistente su labio inferior con los nervios a flor de piel.

De nuevo, otro golpeteo se hizo sonar en el cristal, insistiendo en llamar su atención de una manera "discreta".

Echó un rápido vistazo en dirección a Nayeon, que seguía durmiendo como un completo bebé. Se armó de valor y con lentitud se hizo paso entre la tela blanca de las cortinas.

La chica rubia al verla sonrió en grande, mientras agitaba su mano con efusividad.

—Hola Momo.

boyfriend ➳ michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora