boyfriend ➳ michaeng

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—Debo admitir que no sé cómo sentirme exactamente con respecto a esto ¿Sabes?

Mina tenía los brazos al frente, sus palmas ansiaban con locura el tocar algo para poder ubicarse, saber donde le estaba arrastrando Dong pues tenía los ojos vendados y muy poca paciencia como para tolerar un segundo más en ese estado.

—¿Por qué?

La japonesa giró la cabeza para dirigirse en la dirección que suponía se encontraba su mejor amigo.

—Porque tú eres el que me está guiando.

Una inevitable carcajada afloró de sus belfos sin poder evitarlo.

—Tranquila. Estás en buenas manos—Se sobresaltó al sentir como él entrelazaba sus dedos con su mano derecha al tiempo que susurraba lo suficientemente alto como para que pudiera escucharle—. Sigue en mi dulce voz. 

Myoui apresó su labio inferior con los dientes, la curiosidad la estaba comiendo viva.

—¿Por lo menos puedo preguntar a dónde me llevas?—No respondió por lo que Mina imaginó al contrario negando con la cabeza.

La mencionada tragó saliva, dudosa aún cuando el perfume ajeno se volvió más fuerte y su voz aterciopelada acarició el lóbulo de su oreja provocándole un escalofrío que recorrió toda su espina dorsal. 

» Simplemente déjate llevar, Minari.

Y sí, en ese momento, Myoui Mina no resistió más y se dejó hacer. Así que simplemente bajó las manos y destensó sus músculos para poder caminar más rápido y sin ningún tipo de atadura. Por poco casi se atreve a soltar una risita burlona, y es que de verdad era débil, malditamente débil cuando se le ponían en esta situación.

Al cabo de lo que le parecieron un par de minutos se detuvieron y justo cuando estaba a punto de preguntar por tercera vez hacia dónde se dirigía, se detuvieron. La venda se deslizó lentamente hasta colocarse sobre su cuello dejando a la vista el jardín delantero de la casa de sus mejores amigas decorado con guirnaldas de distintos colores y al costado derecho una mesa con un pastel con algunas bebidas y snacks.

—¡Sorpresa!—clamaron los asistentes saltando de la emoción que les causaba hacer este pequeño detalle para la cumpleañera.

—La idea de la fiesta sorpresa fue suya—dijo Dong señalando a JeongYeon y a Nayeon con un movimiento de cabeza para después formar una diminuta sonrisa socarrona acercándose más hacia sí—. Aunque seguro que mi desayuno sorpresa fue mucho mejor ¿No?

Mina se frotó la barbilla, fingiendo que de verdad lo estaba pensando detenidamente. Todo para al final darle un pequeño empujón para después sonreír traviesa.

—Permíteme reservarme eso para mí.

Seguidamente, Mina corrió hacia sus amigas y les dio un gran abrazo recitándoles lo buenas amigas que eran, que el amor que les tenía era tan grande como el infinito y todas aquellas cosas cursis que dice cuando una persona se pone sentimental.

Cuando se separaron, Dong se acercó con sigilo a su pequeño grupo de afección.

—Jihyo está a punto de llegar, también—le dijo Yoo al oído—. Hace algún tiempo que ustedes no se ven por lo que no quería desaprovechar la oportunidad para verte también.

—Y hablando de la reina de Roma...

—¡Mina!—Un par de brazos la apresaron desde atrás, lo que dificultó un poco la tarea de girarse para encarar a su vieja amiga Park— Feliz cumpleaños.

Apenas pudo pronunciar un agradecimiento cuando notó una figura más alta detrás de Jihyo. La chica era de tez bronceada y de cabello largo y castaño. Pero ella no les estaba mirando, más bien sus ojos se encontraban fijos en el chico bajito que estaba a su lado.

—¿Tzuyu?—El ligero temblor en la voz de Son le indicó que algo no iba bien.

—¿Conoces a Tzuyu, Dong?—preguntó Mina, frunciendo el ceño, librándose de los brazos de Jihyo y situándose lo más cerca que pudo del menor.

El chico no le miró, tenía los ojos abiertos como platos del pánico. Entreabrió los labios para responder pero la voz de Zhou sumergió a todas las personas presentes en un silencio mortal.

—¿Dong?—La chica tenía el ceño fruncido y una mueca en sus labios—¿Por qué Mina te llama así, Chaeyoung?