•|36|•

1.6K 205 28
                                    

Después de que Mina abandonara su casa tras dar un portazo, un profundo deseo de perseguirla le invadió, de no dejarle sola en el estado en el que se encontraba porque estaba realmente preocupada por ella.

Apresurada, se dirigió a la puerta principal y tomó una profunda respiración antes de girar el picaporte; trataba de convencerse de que lo que Mina le había gritado sin pensar, que estaba muy dolida, quizá triste por todo lo sucedido y por esa misma razón no quería dejarle sola en aquellas circunstancias.

Con decisión abrió la puerta de su casa recibiendo como consecuencia una ligera ráfaga de aire que alborotó levemente sus cabellos y un escalofrío se abrió paso en su espina dorsal, pero eso no la detuvo.

Apenas había dado un paso fuera de su residencia, dispuesta a realizar de todo lo que tenía en sus manos para hacer sentir mejor a Mina y que esos ojitos desbordeantes de lágrimas pararan.

Bajó las escaleras del porche de su casa y sus ojos saltaban de un lado a otro en busca de la figura de su amiga, pero lastimosamente no la encontró.

Recorrió los alrededores, por el parque, por las aceras atestadas de gente, pero no fue capaz de encontrarla.

Resignada, ingresó a su casa, con un pésimo sabor en la boca, con los hombros caídos al igual que sus ánimos que de encontraban por los suelos. Se disponía a llegar a su dormitorio, encerrarse ahí hasta que cumpliera la mayoría de edad y le salieran arrugas en la frente y pómulos cuando en medio de su trayectoria hacia el comienzo de su dramático episodio.

—Chaeyoung—La voz de su madre le llamó desde la cocina—. Ven acá un momento ¿Sí, cariño?

Son frunció el ceño con confusión, giró sobre su propio eje y se encaminó de nuevo al umbral de la cocina, donde se encontró a su madre sentada en una de las sillas del comedor y con sus manos entrelazadas encima de la mesa, el reflejo esmeralda de sus uñas hipnotizandola con leves movimientos.

—Mina es parece muchacha muy educada— comentó al aire la mujer, sin dedicarle siquiera una mirada a su hija— ¿Por qué salió corriendo despavorida?¿Le has dicho algo para que reaccionara así?

La garganta de Chaeyoung se secó al escuchar la última pregunta, su mente se queda como un lienzo en blanco, esperando que las palabras en pintura  aparezcan de la nada.

—Y-Yo...—tartamudea con sus propias palabras, incapaz de conectar su mente con su boca y falla estrepitosamente.

—¡Oh! Tengo una mejor pregunta—Tronó los dedos con una fingida emoción.

La menor de las Son traga saliva expectante a lo que su madre fuera a preguntarle. Se sentía como cuando estabas a punto de recibir la calificación de una materia que crees casi perdida.

—He notado la manera en la que te trata Mina, como un amigo, Chaeyoung—prosigue Naeun enarcando sus cejas de manera inquisitiva, buscando respuestas a las preguntas que se había estado haciendo desde que aquella japonesa había aparecido en el umbral de su puerta—. O... ¿Debería llamarte Dong?

Al escuchar la última pregunta referente a su alterego la mencionada suelta una risita entre nerviosa, asustada d la regañina que está (lastimosamente) próxima a protagonizar.

—Puedo explicarlo—asegura la menor  entrelazando sus manos pegajosas por el sudor detrás de su espalda recibiendo un asentimiento.de cabeza por parte de su madre.

—Adelante—Cuando sus miradas se encuentran siente un escalofrío recorre la columna vertebral—Soy toda oídos.

Rendida, por fin Chaeyoung le cuenta todo lo ocurrido con Mina, desde que se conocieron en muy extrañas circunstancias hasta la pequeña discusión que tuvieron aquella tarde mientras que su madre solo escucha con atención los relatos que su hija le cuenta, sonriendo para sus adentros cada que nota como las pupilas de su hija se iluminan cada vez que el nombre de Myoui se escapa de sus labios.

—Por lo que cuentas, no es el momento adecuado para soltarle la verdad de golpe, debes esperar un poco—pronuncia la señora Son sin una sola pizca de diversión en su voz, rozando apenas la preocupación con su voz aterciopelada—, necesita arreglar las cosas con su hermano primero.

» Por el momento, no le cargues más aflicciones de las que tiene.

Un silencio asfixiante carcome la mente de Chaeyoung. Su madre tiene razón en cada palabra pronunciada por ella, cada una es como un pequeño golpecito de razón que necesitaba para tomar cartas en el asunto.

—Pero no esperes demasiado porque si no será demasiado tarde.

Chaeyoung tragó saliva con dificultad sintiendo como su corazón comienza a pesar como el plomo y la presión en su pecho de hace más evidente de tan solo imaginar cómo reaccionaría Mina si le dijera la verdad.

Su corazón latió con rapidez cuando sacó su teléfono y el nombre del contacto apareció, mordió su labio inferior cuando presionó el botón de 'enviar'.

Minari❤️

¿Podemos hablar?
8:22 p.m

m

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
boyfriend ➳ michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora