boyfriend ➳ michaeng

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Mina se la había pasado una semana entera ansiando la llegada de este día. Después de todo, solo se cumpleaños una vez al año y siendo sincera no se esperaba algo grande, lo admitía, pero aún así no podía negar que estaba curiosa por todas las posibilidades. Sobretodo porque sus mejores amigas siempre se esforzaba para que cada año se llevara un buen recuerdo de su cumpleaños desde que se habían conocido.

Su día comenzó bien, con el pie derecho podía decirse puesto que en la mesita de noche, a un lado de su cama se encontraba una tarjeta de felicitación de su hermano junto a una nota que avisaba que sus padres llegarían al día siguiente por la tarde y que él mismo iría por ellos al aeropuerto. No era lo que esperaba, pero definitivamente de encontraba más que satisfecha con el presente de su hermano.

Tomó su teléfono y comenzó a revisar sus mensajes, varios de sus amigos extranjeros le felicitaban. Una sonrisita se formó en sus labios cuando reprodujo el audio que Jeongyeon y Nayeon le habían mandado por la madrugada; se trataba de ellas entonando con una armonía exitosa la canción de 'Cumpleaños Feliz'.

Se reincorporó completamente de la cama.con una sonrisita adornando sus delgados belfos, se colocó sus pantuflas y se dirigió a la cocina para ver qué cosa podía preparar para no morir de hambre.

Grande fue su sorpresa cuando entró a la cocina y dislumbró una bolsa de su cereal favorito, seguramente cortesía de su hermano. Detalle que de seguro agradecería enormemente a Kai con un mensaje de texto después.

Su estómago gruñó exigiendo un poco de atención para que desayunara una buena vez. Se preparó su desayuno mientras tarareaba una de las nuevas canciones de las cuales había quedado prendada.

Y justo cuando ya había tomado asiento para finalmente desayunar su teléfono sonó, con el nombre de Dong brillando en la pantalla.

You're gonna say more more more more more and more.

Esperó un par de segundos para que su línea favorita en la canción de su tono de llamada pasara antes de contestar,  terminó por contestar.

—Buenos días, cumpleañera—Se escuchó decir a través del altavoz del teléfono— ¿Lista para vivir el mejor día de tu vida?

Mina soltó una pequeña risita.

—No creo que sea el mejor, pero sí, estoy lista.

—Lo será, créeme—insistió él. La japonesa casi pudo ver (con ayuda de su imaginación) un discreto guiño por parte de su amigo—Sobretodo, porque yo mismo estaré ahí. De hecho, ya estoy cerca de tu casa.

—Pero si apenas son las...—Hizo una pausa rápida para mirar la hora en la esquina de su teléfono— ¿Nueve de la mañana? Casi podría apostar que aún sigues en cama, DoDo.

—¿De verdad quieres apostar?

El llamado en la puerta principal causó que su corazón se saltara un par de latidos haciendo contraste con la danza de cientos de mariposas que de había instalado en su estómago e inevitablemente una sonrisa se instaló en sus belfos. 

—Espera un minuto, que han llamado a la puerta.

La risa de su mejor amigo no tardó en hacerse escuchar.

—Anda—silbó Son—Corre, que a lo mejor la visita se impacientará si no abres.

Se levantó con rapidez de su silla y se dirigió hacia la puerta de entrada, con su teléfono celular en su mano izquierda. Todo su ser se encontraba expectante de quién podría ser quien estaba tras la puerta. Tomó el pomo con su diestra y con lentitud la corrió, encontrándose con un chico bajito de sonrisa ladeada y ojos brillantes desbordantes de emoción.

—¡Feliz cumpleaños, Minari!