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Palpó la cama con su mano derecha, no encontrando el cuerpo de Mina junto a ella. Se levantó de golpe sintiendo un ligero mareo por el repentino movimiento, miró a su alrededor en busca de su mejor amiga. Nada.

—¿Mina?— Nadie respondió.

Se levantó de la cama disponiéndose a ir a buscar a la de cabellos negruzcos. Buscó por la sala de estar, el baño y todo la planta baja. Nada. Se dirigió a la cocina. Tomó un vaso y se acercó a la nevera. Una nota estaba pegada en la parte superior del frigorífico con la caligrafía de Mina escrita donde se leía el mensaje:

"Salí a comprar los ingredientes para nuestro desayuno, no tardo.

-Mina"

Abrió la nevera y sacó la caja de jugo, vertiendo un poco en el vaso de cristal. Rió sin ganas pensando lo mal que le iría si el hermano mayor de los Myoui le encontraba en su casa.

El timbre de la casa sonó, Im rodó los ojos. Seguramente su mejor amiga se había olvidado de las llaves de su propia casa, típico de Mina. 

Dejó el vaso sobre la mesa y se apresuró en llegar a la puerta, frunciendo el ceño cuando el timbre volvió a sonar, otra vez y un par más de manera insistente. 

—¿Se te olvidaron las-— Su pregunta se quedó en el aire, sin poder ser terminada porque quien estaba frente a ella no era Mina, sino Yoo Jeongyeon. Debajo de sus ojos tenía bolsas en los ojos, no había sido capaz de conciliar el sueño, además de que sus labios estaban resecos y todo su cuerpo temblaba. 

—Nayeon...— Su rostro serio poco a poco fue asomando una sonrisa de alivio.— ¡Estás a salvo!

La de cabellos cortos se abalanzó sobre ella, estrechándola fuerte entre sus brazos, deseando que el cansancio y preocupación por la desaparición de la persona que más apreciaba le hiciera una mala jugada.

—Me tenías muy preocupada.— Sintió su hombro empaparse, Jeongyeon estaba llorando.— Pensé que algo te había pasado.

—Yo...—Intentó hablar la mayor mientras un montón de palabras y pensamientos se aglomeraban en su interior, con la culpa abriéndose paso entre todo lo demás. Ella había causado esto.

—No me hubiera perdonado si algo te hubiera ocurrido.— Decía entre llantos Yoo.— No vuelvas a hacer eso.

—L-Lo siento tanto.— Se lamentó la mayor a la vez que correspondía al abrazo con sus mejillas coloreadas de un tenue rubor con las lágrimas al borde de sus orbes. Ahora era consciente del daño que provocó no sólo a la persona que quería, sino también a ella misma.

La de cabellos cortos comenzó a cepillar con sus dedos su cabello, tratando de tranquilizarla, como si fuera una niña pequeña mientras se mecían adelante y hacia atrás.

 —Todo ha pasado ya.— Aseguró en voz baja la menor.

Quiso apartarse para mirar a su menor, queriendo reclamar el motivo por el que era tan cálida y comprensiva con ella, porque solo hacía que su corazón   pero esta no la dejó, en cambio, sintió el agarre más firme.

—¿Por qué eres tan comprensiva conmigo?—La pregunta salió apenas en un susurro, temiendo por la respuesta.

—Porque te quiero.

boyfriend ➳ michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora