El Poder del Amor (Clexa AU)

Capítulo 42: Amar en Tiempos de Guerra

La guerra seguía su curso. Pese a que en octubre de 1940 Hitler anuló definitivamente la invasión de Reino Unido, eso no significaba que no continuaran los bombardeos sobre el país. Inglaterra contraatacaba pese a que sus bombardeos no eran tan efectivos como los alemanes. Pese a todo, esa claudicación por parte de Hitler se consideró como la primera derrota de la Alemania Nazi.

Ese mismo Octubre Italia, con ayuda de las Fuerzas de Eje invadía Grecia desde Albania. En un primer intento el ejercito griego fue capaz de derrotar al italiano, pero Hitler concentró sus esfuerzos en la contienda y en abril de 1941 Grecia quedó definitivamente derrotada y ocupada por Las Fuerzas del Eje que inmediatamente impusieron un gobierno colaboracionista mientras que el Rey y el gobierno oficial se exiliaban en Inglaterra.

Por otro lado, la guerra ya se empezaba a notar en Berlín. Cada vez había menos hombres, porque eran llamados al frente para combatir contra el "enemigo". Además, cada vez había más problemas para conseguir alimentos, aunque por el momento no se notara mucho la escasez, pero sí que se notaba en los precios, que cada vez eran más elevados.

Los que si notaron el racionamiento fueron los judíos, que recibieron cartillas de racionamiento con raciones mucho más reducidas, además de la prohibición de comprar determinados alimentos. A eso se sumaba el hecho de que muchos alemanes se negaban a vender comida a los judíos.

Pese a todo esto, los Woods no tuvieron problemas ya que la única con racionamiento era Becca. Los Blake no tuvieron tanta suerte y se les hacía difícil conseguir las raciones, pero Jake compraba lo necesario para todos, aunque tuviera que hacerlo en el mercado negro. Por suerte, y siguiendo el consejo de Jake, las familias habían sacado gran parte de su capital de los bancos, por lo que disponían de efectivo para gastar en el mercado, a parte de que por el momento los negocios iban bien. Incluso Jake había paralizado una de sus fábricas para convertirla en un taller de confección de uniformes para los soldados, invirtió bastante dinero en adecuar las instalaciones y aprovechó para dar trabajo a las mujeres, porque hombres pocos quedaban y eran las mujeres las que tenían que mantener en marcha el funcionamiento del país. Era una manera de hacerle ver a los nazis que estaba de su parte, que no sospecharan, cuando por otro lado ayudaba a los judíos.

Una de las cosas que más preocupaba a la gente era los bombardeos, cada vez que sonaban las alarmas todo se convertía en un caos, todo el mundo corriendo al refugio más cercano. Pero para Lexa y Clarke además era una angustia tremenda, el no saber si la otra estaba bien las tenía en vilo, alteradas y con nervios hasta que sabían que la otra estaba bien. Uno de los bombardeos les había pillado con Ontari y Harper y pese a lo espantoso que fue, para ellas fue el mejor, porque al menos estuvieron juntas y sabían que la otra estaba bien.

Clarke era la que más en contacto estaba con el horror de la guerra. No solo en la clínica de su padre con soldados heridos y mutilados. También en el hospital puesto en marcha por la Cruz Roja, que todavía era peor, porque ver a mujeres, niños, ancianos... heridos por unas bombas que no tendrían que estar destinadas a ellos... Era duro, muy duro.

Aunque en el hospital no solo veían a heridos de los bombardeos. A veces también se acercaban madres con sus hijos enfermos, con inicios de desnutrición, y pese a no preguntar nada, todos los que allí trabajaban sabían que eran judíos.

Con todas estas nuevas complicaciones, Aurora empezó a pensar en abandonar Alemania, en usar los documentos que tiempo atrás había conseguido Jake y marcharse, a Estados Unidos con su hija, o donde pudiera. Por desgracia su marido no compartía su opinión y no quería oír hablar de huir. Su otro hijo, Bellamy, tampoco tenía intención de hacerlo, su madre empezaba a sospechar que estaba metido en líos por como se comportaba, aunque esperaba que todo fueran imaginaciones suyas.