El Poder del Amor (Clexa AU)

Capítulo 50: Detención

El tiempo parecía haberse parado en la entrada de la casa de los Griffin mientras todos intentaban procesar las palabras de Lexa y lo que implicaban.

A Lexa le fallaron las piernas y rompió en llanto. Clarke la sujetó con más fuerza para después caer ambas al suelo, de forma suave y guiada por Clarke. Lexa se refugió en el pecho de Clarke mientras lloraba desconsolada y ésta trataba de consolarla meciéndola en su abrazo, sin soltarla.

- Estoy aquí, estoy aquí. – Murmuraba Clarke con sus labios sobre los cabellos castaños de su chica, intentando consolarla de alguna manera.

Clarke no dejaba de susurrarle palabras tranquilizadoras mientras la mecía entre sus brazos y la agarraba con fuerza. De vez en cuando algún lastimero "Clarke" se escapaba de los labios de Lexa haciendo que ésta la abrazara todavía más fuerte.

Ninguna supo cuanto rato estuvieron así hasta que Lexa poco a poco empezó a tranquilizarse. Cuando Lexa estuvo más tranquila Jake se arrodilló junto a las chicas ayudándolas a levantarse y dirigiéndose los cuatro al salón donde Clarke se sentó en uno de los sofás con Lexa pegada a ella y sin soltarla ni un momento.

Clarke pasó sus manos por las mejillas de Lexa intentando limpiar el rastro de lágrimas que había en ellas, aunque todavía caían algunas así que la acción no era muy efectiva. Clarke le dejó un tierno beso en los labios intentando transmitirle seguridad, que supiera que ella estaba allí. Lexa se acomodó, recostando la cabeza sobre el hombro de Clarke, que enseguida la envolvió con su brazo volviéndola a apretujar contra ella.

- ¿Qué ha pasado? – Preguntó Clarke.

- ¿Quieres contarlo, cielo? – Oyeron la voz de Abby.

Flashback

Los Woods acababan de cenar y estaban en el salón conversando sobre su día cuando unos golpes en la puerta los sobresaltaron.

- ¡Gestapo! ¡Abran la puerta! – Acompañó una voz a los golpes.

Gustus se levantó a abrir temeroso de lo que pudiera pasar. Dos oficiales de la Gestapo lo apartaron de malas maneras entrando en el piso. Se dirigieron al salón donde Becca y Lexa los miraban temerosas.

- Becca Woods. Queda arrestada. – Informó uno de ellos.

- ¿Por qué? – Exigió Gustus.

- Por judía. – Dijo el otro oficial de forma muy despectiva.

- ¡No es judía! – Dijo Gustus interponiéndose entre los oficiales y su mujer.

Uno de los oficiales le propinó un golpe antes de decir.

- Según la ley sí. Da igual que se casara con usted, su familia es judía y ella es judía.

- Iré con ustedes. – Dijo Becca intentando mantener la compostura.

- ¡No mamá! – Gritó Lexa.

- Ssshhh mi niña está bien. – Dijo Becca intentando tranquilizar a su hija.

- No, no está bien. – Dijo Lexa al borde del llanto.

- Coja lo que necesite, en cinco minutos nos vamos.

Se dirigieron los tres a la habitación del matrimonio Woods y en una maleta empezaron a guardar ropa mientras Lexa no paraba de repetir que seguro que había otra manera.

- ¿Qué haces? – Le preguntó Lexa a su padre cuando vio que también guardaba cosas suyas.

- Me voy con tu madre.