Información: Antes de nada informaros de que Wattpad está dando problemas, incluso haciendo desaparecer historias durante unas horas y que después vuelven a aparecer. ¿Wattpad dando problemas? ¡Que novedad! Así que si alguien no leyó el capítulo que publiqué el fin de semana que se lo lea antes que este.
Nota: Este capítulo es extracorto porque ha salido así y porque el otro será el más largo hasta la fecha en este fic. Depende de como os portéis lo subiré el sábado o... ya veremos, jajajaja
El cumpleaños de Lexa había pasado sin pena ni gloria, ella no quería celebrarlo, sus padres no estaban con ella, estaban en un campo de concentración y ni siquiera sabía si estaban bien. Aunque pese a todo, pese a sus ganas nulas de celebrarlo y su negativa a hacerlo, tuvo su pequeña tarta de cumpleaños y algún que otro regalo, momento íntimo incluido.
La guerra seguía su curso, mientras los ciudadanos, tanto de un bando como de otro, rezaban porque terminara de una vez. Después de la liberación de Francia, siguió la de Bélgica. Pero en septiembre Alemania volvió a dar un gran revés a los aliados en la que se conocería como Operación Garden Market, que tuvo lugar en Holanda y con la que los aliados pretendían abrir una vía de invasión hacia Alemania y terminar de una vez por todas esa maldita guerra. Desgraciadamente Alemania rodeó a los aliados que se vieron obligados a reconocer que Alemania todavía contaba con una gran capacidad bélica.
Pese a todo los aliados no habían perdido terreno y eso hacía que los que deseaban que éstos ganaran la guerra no mermaran sus esperanzas de que el final de la guerra se acercaba.
También llegó el cumpleaños de Clarke que fue celebrado bajo mínimos, la guerra ya hacía mucho que duraba y la gente no estaba para celebraciones.
Clarke y Lexa estaban paseando tranquilamente, aprovechando ese bonito día otoñal de finales de octubre, antes de la llegada del duro invierno, inviernos que con la guerra cada vez se volvían más duros, sobre todo para la gente que no tenía dinero con el que poder pagar las, cada vez más costosas, cosas necesarias para sobrevivir.
La calma se terminó cuando oyeron una voz a su espalda, voz que Clarke había esperado no volver a oír nunca más.
- ¡Clarke! ¡Cuánto tiempo! – Exclamó Finn haciendo que ambas chicas se volvieran en su dirección intentando que en sus caras no asomara emoción ninguna, porque no sería precisamente alegría lo que se vería en ellas.
- Finn. – Fue la insulsa respuesta de Clarke. Mirando el uniforme que portaba el joven, un uniforme de las SS que no impresionaba nada a la joven, más bien le daba repulsión.
- ¿Esa es forma de saludar? – Espetó Finn ya sin sombra alguna de amabilidad en su voz. - ¡Heil Hitler! – Exclamó el joven mirando a las chicas en espera de que imitaran el saludo, pero ninguna parecía tener intención de hacer tal cosa. - ¿Acaso queréis terminar detenidas por detractoras del régimen? – Después de unos segundos de silencio añadió. – Es más, a ti podríamos detenerte por judía. – Dijo mirando a Lexa. Clarke inmediatamente se interpuso entre ambos haciendo reír al chico.
En ese momento tres chicos más se acercaron parándose justo tras Finn.
- ¿O acaso os deberíamos detener por depravadas de mierda? – Insistió Finn.
- ¿Qué estás diciendo? – Preguntó Clarke con calma.
- ¿Acaso no os acostáis juntas? – Siguió preguntando Finn.
- ¡No! – Dijo Clarke con toda la seguridad que pudo.
- Claro, y por eso siempre vais tan acarameladas. ¿No?
- Solo somos amigas. – Volvió a decir Clarke.
- ¿Qué decís chicos? – Preguntó Finn a los otros. - ¿Os lo creéis?
- No. – Fue la unánime respuesta de todos.
A una señal de Finn, él mismo agarró a Clarke siendo ayudado por otro de los chicos y los otros dos apresaban a Lexa, ambas chicas intentando soltarse de sus agarres.
- Quedáis detenidas por conspirar contra el régimen y por homosexuales. – Informó Finn con autoridad.
- ¡No tienes pruebas! – Exclamó Clarke enfurecida.
- Ni las necesito. – Le susurró Finn. - ¡Lleváosla! – Añadió hacia los dos hombres que sujetaban a Lexa que inmediatamente empezaron a arrastrarla mientras esta intentaba resistirse.
Clarke también intentó revolverse entre los brazos que la sujetaban con fuerza sin poder soltarse.
- ¡Te encontraré! – Gritó Clarke. - ¡Lexa, te encontraré!
- ¡Clarke! – Fue lo único que pudo gritar Lexa.
Las lágrimas de impotencia asomaban en los ojos de ambas. Lexa articuló un mudo "te amo" que Clarke le correspondió de la misma manera antes de que Lexa desapareciera de su vista cuando la obligaron a girar una esquina.
- Si me hubieras escogido a mi desde el principio nada de esto hubiera pasado. – Susurró Finn en el oído de Clarke que solo pudo mirarlo con furia mientras lágrimas de angustia por Lexa y rabia por ese hijo de puta se le escapaban de los ojos. - ¡Vámonos! – Añadió mientras él y su compañero arrastraban a la chica hacia un destino desconocido.
Nota: Oops, I did it again...
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El Poder del Amor (Clexa AU)
FanfictionBerlín 1937 Clarke es una chica de dieciocho años que está estudiando en una de las escuelas de enfermería que la Cruz Roja tiene en Berlín. Clarke proviene de una familia acomodada gracias al negocio de su abuelo. Su padre es médico del ejército al...