El Poder del Amor (Clexa AU)

Capítulo 45: Amoldarse

"23 de Noviembre de 1941

Querido diario:

Estos últimos días han sido los peores de mi vida, pero me he dado cuenta de algo. No es que no lo supiera, pero lo que ha pasado no ha hecho otra cosa que confirmármelo. Ella siempre estará conmigo. Pase lo que pase.

Hace unos días me enfadé con Clarke. Me había escondido que, junto con Harper y Ontari, estaban en una célula de la resistencia y se encargaban de esconder a bebés judíos. Y sí, me enfadé, no sólo porque me lo hubiera escondido, sino por ponerse en peligro de esa manera cuando me hizo prometerle que yo no me podrían en peligro. ¿Por qué ella puede y yo no? La verdad es que su excusa para no decírmelo fue que cuando hablaban de algún tema relacionado con la resistencia yo siempre cambiaba de tema, y sí, eso es totalmente cierto, pero sólo lo hacía porque no quería involucrarme en algo que me hiciera romper la promesa que le hice a Clarke. Por eso me dolió tanto que me lo escondiera.

Ese día me fui muy enfadada de su casa, haciéndole escoger entre ayudar o yo. Se que me equivoqué al hacerlo, porque además sabía que Clarke no dejaría nunca de ayudar, es algo innato en ella, pero estaba tan enfadada y dolida que me salió así.

Estuvimos tres días sin hablarnos, pero el sábado anterior, mi abuela llamó para darnos la peor noticia que podía darnos. Mi abuelo había muerto esa noche mientras dormía, lo único que me consuela es que no sufrió y simplemente se fue, y, además, ahora no tendrá que vivir esta asquerosa guerra. Pero el dolor que sentí al saber la noticia fue desgarrador, sentí que algo se rompía dentro mío. Me fui de casa a refugiarme en la librería, el sitio donde siempre me sentía segura y bien, pero que tonta fui, porque eso no es lo que necesitaba en esos momentos, la necesitaba a ella. La llamé, el teléfono se cortó y yo no supe que hacer, simplemente me eché a llorar. Pero Clarke apareció y de repente estaba entre sus brazos, dejándome consolar por ella.

Yo quería hablar con ella de la discusión, no me parecía bien que me consolara como si nada hubiera pasado entre nosotras, pero Clarke se negó a hacerlo diciendo que no me encontraba en el mejor estado para hacerlo. Tenía razón, pero no quería estar mal con ella en esos momentos, aunque ella me demostró que todo estaba bien y que estaba conmigo.

No se separó ni un momento de mí en esos días, estuvo pendiente de mí en todo momento, consolándome cuando lo necesitaba o simplemente reconfortándome con uno de sus estupendos abrazos.

De todo lo que dijo esos días creo que me quedo con la frase que le dijo a mi abuelo. Creo que la dijo pensando que no la escucharía, pero la oí perfectamente: Cuidaré de ella. Y estoy segura de que lo hará. Y yo también cuidaré de ella.

Después del entierro hablamos de la discusión y finalmente llegamos a la conclusión que ambas queríamos ayudar, así que le dije que o lo hacía conmigo o no lo hacía. Así que ahora estoy a la espera de que hable con su grupo de la resistencia y que empecemos a hacer cosas juntas. Tengo miedo. Por mí, por ella, por nosotras, pero alguien tiene que hacer algo, no podemos permitir que esos capullos se salgan con la suya. No se si lo conseguiremos, lo que es seguro es que si la gente, los opositores, no hacen nada, no conseguiremos cambiar las cosas.

Después del entierro de mi abuelo, mis padres se quedaron con mi abuela, pero yo me vine a Berlín con Clarke y hemos pasado la semana juntas en su casa. La verdad es que hoy es el primer día que dormimos separadas, después de tantos días juntas, y sé que la voy a echar mucho de menos, me faltará su abrazo sin ninguna duda, espero poder descansar algo, aunque no tenga los brazos de Clarke rodeándome y reconfortándome.

LEXA"

"24 de Noviembre de 1941