Uno de los objetivos acordados en la conferencia de Potsdam fue el de perseguir a los criminales de guerra nazis.
El 20 de noviembre de 1945 se iniciaron los Juicios de Núremberg, que fueron una serie de procesos judiciales emprendidos por las naciones aliadas, y vencedoras, al final de la Segunda Guerra Mundial en los que se determinaron y sancionaron las responsabilidades de los máximos dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nazi en los diferentes crímenes contra la humanidad que cometieron. Pese a que los juicios se alargaron prácticamente un año, ese 20 de noviembre empezó el juicio con mayor repercusión a nivel mundial, se conoció mundialmente como Juicio Principal de Núremberg o Juicio de Núremberg y fue dirigido por el Tribunal Militar Internacional (que fue establecido por la Carta de Londres por las naciones aliadas el mismo día de la rendición alemana) en el que se procesaba a los 24 principales dirigentes supervivientes del gobierno nazi capturados y también a varias de sus principales organizaciones.
En total, en los Juicios de Núremberg se recibieron 4850 peticiones de procesamiento y fueron acusadas 611 personas. Las condenas fueron desde años de prisión, a cadena perpetua o incluso la muerte (los condenados a muerte fueron ejecutados el 16 de octubre del año siguiente aunque algunos se suicidaron antes).
La mejor noticia de todas para Clarke fue enterarse de que Finn había sido hecho preso por los soviéticos cuando las tropas entraron en Berlín. Según le explicó su padre, gracias a sus contactos e insistencia, los americanos habían logrado que Finn confesará quienes habían sido todos los culpables de la violación de Clarke y los cinco fueron condenados a cadena perpetua, no solo por ese crimen, sino por muchos más. Como bien dijo Jake, Finn pagaría por lo que le había hecho a su niña. Clarke se alegraba de que esos hijos de puta hubieran recibido una condena pero esperaba que no lo tuvieran fácil en la cárcel y que sufrieran lo mismo que millones de personas sufrieron por su culpa.
Los datos de la guerra cada vez eran más y más espeluznantes, y los testimonios solo hacían que corroborar el hecho de que la humanidad había desaparecido durante esta guerra. No solo hubo destrucción material, que ahora se intentaba reconstruir, lo peor fueron los millones de vidas segadas. Por los campos de concentración pasaron millones de personas, muchas de ellas perecieron antes de poder ser liberadas, como bien quedó reflejado en los registros. Lo que no quedó reflejado en los registros son los millones de muertes de personas que pasaron directamente de los trenes a las cámaras de gas. Por ejemplo, el campo más mortífero de todos fue Auschwitz-Birkenau por el que pasaron unos 400.000 presos, pero en cambio se hablaba de entre un millón y millón y medio de muertes ¿Por qué? Porque muchas personas no entraron en los registros del campo ya que nada más bajar del tren iban directamente a las cámaras de gas.
El descubrimiento de las cámaras de gas horrorizó al mundo, muchos soldados se volvieron locos al descubrirlas y arremetieron contra los SS que custodiaban los campos, matándolos incluso aunque se hubieran rendido. ¿Pero quien podría culparlos? ¿A quién le gustaría entrar en un sitio donde solo hay gente esquelética y miles de cadáveres por todos lados?
Pero para muchos soldados no todo terminó allí. Miles habían muerto durante la guerra, de todas las naciones y condiciones. Los perdedores además vieron sus vidas cambiadas de un día para otro. Muchos fueron hechos prisioneros y enviados a campos de trabajo. Sin duda los más desafortunados fueron los que terminaron en los campos de trabajo de Siberia donde pudieron probar su propia medicina.
Aunque también es verdad que a muchos soldados no les quedaba más opción que alistarse, durante las últimas semanas en Alemania se reclutaba a cualquier hombre mayor de 13 años ¡13 años! ¿Cómo no iban a intentar huir muchos? Los efectos se vieron con la liberación de Alemania, donde se había visto muchos jóvenes y no tan jóvenes ahorcados por desertores. O te ibas a morir por la patria al campo de batalla o la patria te mataba si te encontraban. Sin duda no todos fueron unos desalmados y simplemente no tuvieron otra opción que ir a luchar, pero desgraciadamente muchos se creyeron todas las mentiras y lo que es peor, las apoyaban. Muchos no pelearon contra el enemigo, muchos ultrajaron y mortificaron a la población civil, la que, como en todas las guerras, se vio más perjudicada. No como los altos dirigentes, muchos de los cuales estaban en paradero desconocido. Como uno de los mayores hijos de puta del régimen, el doctor Josef Mengele, si es que ese sádico inhumano merecía llamarse doctor, del que no se sabía nada y que había hecho horribles experimentos con los presos de Auschwitz, incluso niños, sobre todo con gemelos. ¿Y dónde estaba? Nadie lo sabía pero sin duda no estaba donde se merecía estar.
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El Poder del Amor (Clexa AU)
FanfictionBerlín 1937 Clarke es una chica de dieciocho años que está estudiando en una de las escuelas de enfermería que la Cruz Roja tiene en Berlín. Clarke proviene de una familia acomodada gracias al negocio de su abuelo. Su padre es médico del ejército al...