Capítulo 37

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Es Lunes
Y suena la alarma que le puse a mi iPad para levantarme para ir a la escuela.

Paso la mano por la cama
-cuando nisiquiera había abierto bien mis ojos- buscando mi celular...
y enseguida recuerdo que aún no me lo han devuelto.

Ugh... debo portarme bien en estos días, a ver si el viernes logró convencer a mamá de que me lo devuelva.

No creo que se me haga tan difícil... 😇
>> Eso lo veremos <<

CONCIENCIA tu si que te levantas temprano, a complicarme la vida!

Bajo, y mientras desayuno, le digo a Lucas
- Papá dijo que fueras un momento a donde él.

-- Eran mentiras, lo hice para poder robarle un "waffle" de su plato, ya que se habían acabado, y yo tuve que desayunar avena por ser la última en bajar.

Me fuí a ponerme los zapatos y a terminar de arreglarme y minutos después, llegamos a la escuela.

Estábamos en la tercera clase del día cuando de repente acontece algo que daña mi día por completo:

Una de mis compañeras de clase llamada Rebeca, que se sentaba cerca de mí, se levantó, y fué a donde el maestro para quejarse de que le habían robado su celular.

- Alguien ha visto un celular con un cover de color rojo y blanco?
El maestro pregunta a toda la clase

Nadie dice ni una palabra.

El maestro le dice a (Rebeca)
la estudiante:

- Estas segura que lo perdiste en éste salón?

-- Sí,  si lo dejé encima del pupitre a lo que me paré a votar un papel al zafacón, y al volver, ya no estaba, pensé que se había caído, pero no está por ninguna parte.

Dijo Rebeca mientras su voz se quiebra, hasta ponerse a llorar.
Suena el timbre, y el maestro dice:

-De aquí no se mueve nadie!
Emily, hazme el favor y ve a la oficina y búscame al director... dile que es urgente!
Me paro y sigo las instrucciones, voy, y llego con el director.

El director da la orden al maestro y al guardia de seguridad de la escuela que chequeen uno por uno los bultos.
Yo bien tranquila, y cooperadora, abrí mi bulto.

-porque yo no había cojido ningún celular-

El maestro mete la mano en el bolsillo y saca una caja blanca y verde...
Eran los cigarrillos, que yo había puesto en el bulto hacen unos dias atrás, y yo habia olvidado por completo que eso estaba ahí.
Me puse blanca como un papel, me dio hasta nauceas... pero que podía decir para defenderme... NADA!

Y se escucha al guardia, que estaba registrando bultos en el otro extremo, decir:

- Bingo! Este es el celular?

-- Si!
Grita Rebeca mientras mira mal a Hugo por haberle robado el celular.

El director dice:
Hugo y Emily siganme!

Yo no sabía dónde meter mi cara...
No sabía quien de los dos lo había hecho peor, si él por robar, o yo por tener una caja de cigarrillos en mi mochila!

Estamos sentados frente al director,escuchando un sermón parecido al de papá, y le suena el celular, haciendo que éste se pare, y salga unos minutos de la oficina a contestar.

- Estamos fritos! Me dice Hugo

-- Yo estoy peor que tú creeme.
Le contestó mientras paso mi dedo índice por mí cuello en señal de que me "matarían".

Le digo a Hugo
-- Me prestas tu celular un momento?
Lo saca del bolsillo y me lo extiende... veo que era un iPhone de los últimos que habían salido; y le digo antes de tocarlo:
-- Este no es robado, verdad? No quiero dejar mis huellas ahí.

- No, como crees! No soy un ladrón, no me hace falta hacer esas cosas, la verdad es que sólo quise hacerle una broma a Rebeca para llamar su atención, porque me gusta.

-- Linda manera de conquistar la tuya... pero hablamos de eso luego.

Cojo el celular y le marco a Daniel

Trrrrr.... Trrrrr...

No contesta, al ver este número desconocido no lo va a cojer.
Lo intento una vez más por siacaso...

- Hello!

-- Daniel soy yo Emy!

- Y ese número?

-- Te cuento después,  puedes venir a la oficina del director rápido?
- Sí, voy enseguida.

Le entrego el celular a Hugo y no pasó mucho rato cuando llegó Daniel y me ve por la ventana desde afuera.
Le hago señas de que lo siga de largo... y me paro, salgo y le digo al director que está en la puerta:
- Puedo ir un momento al baño?

-- Sí, pero no tardes que ya vienen sus padres de camino.

Me veo con Daniel más alante y le cuento...
El se pone ambas manos en la cabeza y me dice:
-- De que manera te puedo ayudar... Ayúdame a pensar.

- No creo.
Ya acepte que era mío, pues que iba a decir.

-- Pero eres tonta? Como vas a decir de a primeras que eso es tuyo, hubieras dicho que alguien lo puso ahí para hacerte una maldad o algo...

- En ese momento no pensé.

-- Y ahora, tus padres! Que crees que pasará?

- No tengo ni idea, pero aceptar las consecuencias, no tengo de otra.
-- Ay Emy...
tienes tanto que aprender!
Pero no te preocupes, que irás aprendiendo del maestro.

-Tremendo Maestro!

Daniel mira para todos lados, y me dice:

--Quieres escaparte?

- No, no quiero empeorar las cosas.

-- En verdad que no se ni que decirte.

- No digas nada, sólo dame un abrazo, y vete a tu salón.

Cuando vuelvo a la oficina veo que ya estaba Mamá y el Papá de Hugo sentados, esperando por mí para empezar a hablar.

ERES TODO LO QUE PEDÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora