¡Eres Un Estúpido Príncipe! © [EUEP1]

Capítulo 9: ¿Junior?

Las palabras de la chica rubia fueron instantáneas, al solo sentir una gota de agua hizo un escándalo, imagínate si se le cayó un balde entero de agua. Yo me reí, sin querer queriendo, como lo decía el chavo. Eso fue grandioso, lo peor fue que me vieron, ademas incliné mi cabeza para observarlos mejor, la chica rubia con las rabias del mundo entero me miró, Mark por otro lado me miro serio pero luego sonrió, ¡¿Sonrió?! No lo podía creer. Sin darme cuenta con la rapidez e idiotez salí de sus vistas. Miré a Adam y él estaba tirado en el piso riendo de lo que había hecho.

No sabía con exactitud de lo que me esperaba, obviamente la chica rubia se quejaría con Emm, y no sé con exactitud de lo que me esperaba. Me llevarían devuelta a mi casa, me dejarían en un calabozo, por cierto todavía no llegue a ver un calabozo en este castillo. Yo estoy en serios problemas. La chica a regañadientes hizo un bufido tan fuerte que yo escuche desde esta altura.

-¡Oh Dios!- dije entre risas- ¿ahora qué haremos?- pregunté mirándolo. Se levanto con desesperación.

-¡¿Qué haremos?!- toca su frente con desesperación.

-Tú sólo vete- dije empujándole hacia la puerta- yo lo solucionaré.

-¡No!- dijo deteniéndose, no pude empujarlo más por la fuerza que tiene- lo pasaremos juntos.

-¿Cómo qué ''lo pasaremos juntos''?- dije riendo- ¡vete y ya!- le ordené.

-Está bien- dice cerrando la puerta creo que no quería que la Reina se enterara de lo ocurrido, menos que se entere que él fue el causante.

Respiré hondo una y otra vez, hasta poder tranquilizarme, estoy nerviosa, lo que sentía es miedo de cómo podrían reaccionar a ese acto. Todo iba bien hasta escuché un ''Toc toc'' en la puerta. Mi respiración de nuevo se agitó, sudaban mis manos, no sabía que escusa crearía. No tenía otra opción que abrir la puerta.

-Hola- dije con una sonrisa y la mirada abajo.

-Hola- dijo una voz gruesa, rápidamente alcé la mirada y era Mark.

-¿Qué haces aquí?- pregunté confundida.

-Mi madre quiere hablar contigo- sonrió, es bonito cuando sonríe y extraño.

-Ay mi Dios- se me escapo, rápidamente tapé mi boca con mi mano derecho.

-Solo ven- dice dirigiéndose hacia su madre.

Mientras caminaba a tres pasos más atrás que Mark, cada paso que daba empezaba a planear cuál sería mi escusa. Bajamos de las escaleras, las escaleras tienen el mismo número que mis ideas pésimas que se me pasaron por la mente. Luego que bajáramos las escaleras caminé más rápido de lo que hacía, para seguirlo hasta llegar hasta su paso.