Pasamos a la pista de baile, puse una mano sobre un lado de sus hombros, él me agarró de la cintura. Como es una fiesta elegante, sólo hay músicas lentas, aunque son bellas. Al ritmo de la música hacíamos los movimientos.
-Sólo sígueme- dijo él soltándome de la cintura y dándome una vuelta con la otra mano, yo la asentí, y seguimos bailando.
Enserio, todos nos miraban, éramos el centro de la atención. Tampoco fue como Cenicienta que se movían de aquí para allá, no, fue algo lento, sencillo. Y obvio que la rubia no pudo faltar, la miré de reojo. No puedo decir si disimule o no, soy de esas que no saben disimular. Unas de mis más desgracias de la vida. Pasaron los minutos, pero seguíamos en la pista de baile, pero gracias al cielo ya no, nos miraban. Sentía que me observaban. Yo por otro lado la mirada tenía en la nada.
Mirando en la nada, pensando en todo. Esa frase se me vino a la mente. Luego caí en cuenta que Mark me observaba detalladamente. Le miré a los ojos y mis mejillas ardieron.
-No sé que vi en ti, pero me sacas de mis casillas- dijo simple, yo, yo me puse roja. Bajé la mirada.
-Mi maestro de matemáticas decía lo mismo- reí y le miré-. También le sacaba de las casillas-sonrió.
-Tú nunca tuviste un profesor- dijo mirándome fijamente. Reí.
-O eso es lo que crees- le guiñé el ojo, reí.
-Solo baila- dijo dándome una vuelta.
Pasaron los minutos sentía que cada vez más, solo tenía ganas de sentarme y mirar a las demás parejas bailar.
- ¿Quieres sentarte? -preguntó casado.
-Sí- dije cansada- estas cansado ¿no?
-Irritado sería la palabra perfecta- dijo como siempre amargado.
-No- dije alzando los hombros.
- ¿Qué? -dijo confundido.
-Seguiremos bailando- dije sonriendo, sólo quiero ser insoportable- ademas la perfección no existe.
-Yo me iré a sentar- dijo soltándome.
-Nop- le agarré de la mano y le atraje a mí. Giró los ojos y aceptó el baile-. Sólo intenta sonreír.
Su intento de sonreír fue patético, fue horrible, fue la sonrisa más falsa que he visto. Reí y coloqué mi cabeza por su hombro, reía sin parar, el momento de su ''sonrisa'' se quedo pegada en mi mente, fue difícil sacarlo de mi mente.
-Fue la sonrisa más bella que vi- dije irónicamente riendo. Mis palabras no se entendían con exactitud, pero él lo entendía.
-Si viene de mí, todos es hermoso. Pelirroja- dijo guiñando un ojo, miró recto y sonrió. Soy tan curiosa que giré a ver quién era- No es nadie, sólo me reía de ti- me miró a los ojos.
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¡Eres Un Estúpido Príncipe! © [EUEP1]
Novela JuvenilElla es una chica muy divertida, sincera (solo porque cuando miente estornuda), buena onda. Ella deberá mudarse de país temporalmente, por motivos de perdida. Él, desde el punto de vista de Sabrina, es engreído, inexpresivo. No demuestra sus sentimi...