Capítulo 36: Arruina pijamadas.

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Jack lo decía con sinceridad, él la odiaba por varias razones

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Jack lo decía con sinceridad, él la odiaba por varias razones. No lo culpo, ella es irritante. Más que eso. Es algo especial que la hace tan odiable.

Dale una oportunidad.

Oportunidades, sería.

—Ay, vamos Jack— dijo ella dejando una maleta que tenía en la mano, era más chica que la almohada que tenía en mi pieza.

—¿Ella es? — preguntó Sebastián entrando a la habitación con Adam.

—Joey, la hijastra de James— dije, él me miró sin saber quién es—. La hija de la esposa de mi padre.

Un gran: —Ahhh— salió de su boca.

—Y no es mi hermana— dije mirándola de reojo.

—Yo digo que... la propuesta del agua bendita y las cruces están abiertas— dijo Jack acercándose.

—No sería muy mala idea— dijo Adam entrando a la conversación.

—¿Por qué? — dijo el confundido.

—Ella es un demonio que me atormenta— dijo Jack mirándolo fijamente.

—Patrañas— bufó la rubia.

—Ya basta— dije pasiva.

—¡¿Preguntaaa?! — dijo Sebastián. Todos posamos nuestras miradas en él—. ¿Sigue en pie la dormida en tu cuarto?

—¿No sería pijamada? — preguntó Joey.

—No quería sonar muy femenino— sonrió apenado.

—Sí— respondí a su pregunta.

—No dormiremos de nuevo ¿verdad? — preguntó Adam cansado.

—No sé— dijo Sebastián.

Mark estaba serio y pensativo, no estaba atento a nuestra conversación. Solo pensaba, y no nos hacía ni el mínimo caso. Su mandíbula estaba apretada y sus labios formaban una línea recta. Sus manos en sus bolsillos de su abrigo. La bufanda negra que tenía tocaba su mentón. Dos minutos después se la sacó. De pronto me quedé observándolo sin prestar atención a los demás, no recuerdo porqué salieron de la pieza.

—¿Sabrina? — dijo Adam acercándose. Parpadeé tres veces y le miré a los ojos— ¿Nos acompañas?

—S-sí— dije insegura— enseguida voy.

—Está bien— dijo yéndose.

Miré a Mark quien me miraba confundido.

—¿Qué te ocurre? — le pregunté— Estas muy distante, y además no prestaste atención a lo que decíamos.

—Nada— dijo sin más—. Solo no era el momento de meterme en la conversación y sí, sí presté atención a la conversación. ¿Quieres saber que decían durante me mirabas?

¡Eres Un Estúpido Príncipe! © [EUEP1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora