Capítulo 41: Mejor digamos adiós al bosque

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El sol comenzó a tomar su lugar con su hermoso resplandor.

No dormir fue lo primero que pensé viendo cada estrella que había en el cielo, no me aburrí, a lo contrario. Pareciera que cada vez estaban más hermosas cuando levantaba mi mirada para observarlas.

Lo extraño de todo esto no es de que no me he quedado dormida, sino, no tener sueño en este momento. Y eso que literalmente no dormí ni un poco.

Aparte de eso, no dejaron que tenga mis auriculares ni el móvil. Algo que me dio rabia, no en su totalidad, aguantaría más de lo que estoy aguantando el sueño si tenía música.

La música en su totalidad es una droga que nadie se resiste a tener una sobredosis de ello. Es prácticamente una parte del ser humano listo para alegrarte los días, o empeorarla más de lo que está.

Vi los autos yéndose a toda velocidad, como otros parar en los semáforos.

—Buenos días señorita— saludó con un vaso de té, y galletitas dietéticas.

—Buenos días señorito— sonreí, al igual que Matt.

—No diría señorito, pero... ¡qué más da! Soy joven aun— me guiño un ojo. Me pasó las cosas que tenía en la mano.

—Gracias—agarré el té y lo tomé, acompañado con las galletitas.

—Me toca informarte que... —paró de hablar.

—Qué.

—Mira esos pajaritos. ¡Owww! —me reí—, como decía: El rey y su esposa viajaran, y por hoy puedes ir al castillo.

—Oh, está bien.

—Ah. Tu novio está ahí detrás de la puerta— sonrió— otra vez con su cara de... ya sabes, amargado.

Reí un poco.

—Pasa— dijo Matt serio al ver la cara de Mark, y fue donde él fue entrando a la habitación.

—Hola—sonrió, hice lo mismo, Matt estaba a punto de cruzar la puerta.

—Hola.

—Tenemos que irnos—dijo agarrando mis pertenencias, eso que solo agarró mi abrigo.

—¿Tan rápido? —dije mirándolo mientras caminaba.

—Sí.

—¿Por qué tanta prisa? —pregunté acercándome a él mientras pasaba el umbral.

—Nada que te interese— regresó el Mark que odiaba y a la vez extrañaba.

—¿Se trata de un amor de juventud? —me posicioné delante suyo.

—Aún soy joven— hizo un paso hacia delante, quería que me quitara de su camino, hice un paso hacia atrás.

—Sí, exacto. Lo siento— dije pensando, luego regresé mi mirada a él—, ¿un amor adolescente?

¡Eres Un Estúpido Príncipe! © [EUEP1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora