¡Eres Un Estúpido Príncipe! © [EUEP1]

Capítulo 30: Especial Navidad

Caminando entre las nieves, por poco me hundo. Toda la entrada del castillo está llena de cada grano de nieve. Caminando sobre ellas un leve escalofrió se apoderó de mi cuerpo haciendo que se erizaran, la nieve entraba dentro de mis zapatos, dentro de mis medias y demás.

Copito a copito se sumaban a abundar en el camino...

—Cuidado— algo frio visitó mi espalda—. Uy... creo que ya fue muy tarde.

—Demonios— murmuré, está que arde, de tan helada que está ya arde.

—Lo siento...

—Sabrina.

—No, Dylan.

—Sabrina— dije poniendo mi mano en el pecho.

—No, Dylan— giré los ojos.

—Me llamo Sabrina, y tu nombre es Dylan, ya lo sé— dije irritada.

—¿Estas bien? — dijo Adam acercándose.

—Sí.

—¿Todo en orden? —dijo una voz ronca.

—Sí— dijo Adam.

Un silencio se acomodó a observar la situación donde estábamos.

—Por cierto, él es Dylan— dije apuntando hacia él.

—Mucho gusto vaquero— dijo Adam saludándole con una sonrisa.

—Igual Buzz— dijo siguiéndole la corriente— lo que quiero saber es sus nombres— me miró— no tú, tú eres Sabrina— reí.

—Él es Mark y él Adam— dije— ¿qué haces por aquí?

—Solo caminaba en busca de mi hermano— dijo observando el territorio donde estaba.

—Y yo soy Sebastián— dijo acercándose— se olvidan de mí, me lastiman, ¿Saben?

—Ya que todos se presentan soy, Camilo— dijo un niño al lado de Dylan— su hermano— le dedico una mirada. Él niño de ojos azules intensos y unos copitos de nieves por sus pestañas admiró a cada uno de nosotros.

Para que Dylan sea su hermano, no tienen el mismo ojo. Dylan es un chico de cabello negro y Camilo de color castaño, Dylan tiene los ojos negros y él por otro lado tiene sus ojos bien azules como el mar. Camilo no tiene lunares por la cara ni el cuello; Dylan sí, abunda de lunares en su rostro y cuello.

—Hola pequeño— dije saludándolo.

—Eres pelirroja— dijo sorprendido.

—Ja. — dijo Mark por otro lado. Le observe mientras tenía la cara seria.

—Sí— giré los ojos.

—Sabían que las estimaciones actuales estiman que entre uno – dos porcientos de la humanidad poseen el gen pelirrojo— dice Camilo.