¿Nos jugamos algo?

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Acabamos llegando al hotel casi a las 8 de la mañana. Ver la hora ya me deprimía, porque sabía que mañana iba a estar reventada todo el día y encima había quedado con Marc. Aunque le dije que hablaríamos cuando nos despertáramos no me fiaba de mí, así que me puse la alarma a las 16h, por si acaso.

Y menos mal que la puse, porque en cuanto me tumbé en la cama me quedé dormida y me he despertado en la misma postura que me acosté, lo que me demostraba que estaba reventada y no tenía fuerzas para moverme ni dormida. Cuando me desperté miré el móvil para ver si Marc me había hablado o algo, pero no lo había hecho. ¡Bien! Seguirá durmiendo, así queee...yo también me puedo permitir seguir durmiendo un ratito más. Venga va, me pongo la alarma dentro de media hora y a ver si dice algo. Media hora ahora mismo hace muchísimo.

Pero gracias a una neurona que seguía viva en mi cuerpo tras el lote de beber que me di anoche me acordé que yo no le di mi número a Marc, sino que él me apuntó el suyo. Claro Aina, ¿así cómo te va a hablar? Me incorporé en la cama para no quedarme dormida y cogí el móvil, buscando su nombre en los contactos hasta que di con él y encima estaba en línea.

 Claro Aina, ¿así cómo te va a hablar? Me incorporé en la cama para no quedarme dormida y cogí el móvil, buscando su nombre en los contactos hasta que di con él y encima estaba en línea

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Me metí en la ducha, a todo esto pensando qué sería de mis amigas, que estaban en la habitación de al lado, aunque recordando de nuevo la hora a la que llegamos me parecería normal que siguieran dormidas

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Me metí en la ducha, a todo esto pensando qué sería de mis amigas, que estaban en la habitación de al lado, aunque recordando de nuevo la hora a la que llegamos me parecería normal que siguieran dormidas.

Cuando salí de la ducha y me miré el pelo, que ya empezaba a erizarse aun estando mojado, pensé qué hacer con él, hasta que me di cuenta de que hiciera lo que hiciera, seguiría pareciéndome a Mufasa, así que me lo iba a secar, un semirecogido y ale, a la calle.

Al salir de la habitación me alegré tanto de la temperatura que hacía en ese momento que no podía evitar ir sonriendo hasta el parking; porque sí, soy de temperaturas intermedias, ni un extremo ni otro, así es como mejor se está, sí señor. Iba tan contenta que, sin pensarlo, empecé a bailar (con cuidado) en el ascensor, esperando que ni hubiera cámaras ni se subiera nadie a mitad de camino porque me iba a pillar en pleno espectáculo.

......

Cuando me avisó que iba a salir de su hotel me terminé de arreglar. No iba muy formal y espero que ella tampoco lo fuera, ya bastante arreglados nos vimos anoche y además no me iba mucho ese estilo. Mientras llegaba, para no esperar fuera, me quedé en una pequeña sala de estar que había en mi planta. Por lo visto en cada planta del hotel había una y era bastante agradable estar ahí un rato. Eché un vistazo a instagram y vi una foto que había subido Aina antes de salir.

No me pidas más (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora