Maratón 3/7
Narra Aina
- Llámame tú a ver si suena por algún sitio- me dijo Maverick junto a las escaleras. Subimos a la planta de arriba donde estaban las habitaciones y llamé. Pero nada.
- Eso por tenerlo en silencio- le dije alegrándome de que así fuera, porque el móvil lo tenía yo escondido. Sabía cuál era el patrón que tenía puesto, porque es más fácil que respirar.
- Pero ¿dónde lo has soltado? Haz memoria.
- A ver, no sé. Espera- dije pensando cuánto tiempo podría necesitar para borrar el mensaje sin que él se diera cuenta- voy a recordar qué es lo que hice al subir. Entré en la habitación, busqué falsamente por la entrada a ésta y después fui al baño, donde estaba el móvil. Cerré la puerta tras de mí y mientras hacía ruidos para que pensara que estaba buscando, desbloqueé el móvil y borré el enlace y los mensajes de Ricardo.
Por lo que me había dicho Marc, ahí había mentiras por un tubo, así que no quería que leyera esto para que se hiciera una idea de lo que no es. Se lo contaría primero y después si quiere que la lea para comparar.
- ¡Está aquí!- por favor, no se puede ser más falsa.
- ¿Dónde?- preguntó saliendo de la habitación escopeteado- menos mal, ya pensaba que lo había perdido definitivamente.
- Que miedo tienes por eso ¿no? ¿Alguna cosa que esconder?- dije fingiendo asustarme.
- Muchísimas- respondió poniendo cara de psicópata.
- No das el pego ni queriendo- dije pasándole el móvil- anda bajemos, necesito agua.
Amanecí abrazada a Maverick, lo que me hizo pensar a dónde estábamos llegando con esto y dónde íbamos a llegar. No quería ni ilusionarle ni ilusionarme, porque no estaba preparada para nada de esto. Y hoy no era el mejor día para pensarlo porque en unas horas tenía que ver a Marc.
Mi cuerpo me pedía cafeína porque ya no podía con mi cuerpo. Había dormido poco pero tampoco tenía ganas de seguir en la cama. Bajé a la cocina y busqué café o algo que se le pareciera, pero sin rastro. Fui a la habitación donde estaban Álex y Miri y me la jugué y entré. Pero cuando abrí y vi lo que había allí, me sorprendió. Solo estaba Miriam, ni rastro de Álex.
- Miriii- susurré tumbándome a su lado.
- Queee- murmuró con la voz hiper ronca.
- Necesito un café porfa. Y no lo encuentro.
- No hay café- explicó sin abrir los ojos siquiera.
- Mierda- mascullé- ¿nada? Ni un grano para morderlo- dije en plan coña.
- Aaiiii déjame- rodó sobre sí misma y siguió durmiendo.
Pues toca buscar una cafetería cerca. Menos mal que para eso está Starbucks, que siempre te puede salvar la vida como en momentos así. Además el paseo que di me sirvió un poco para que se me pasara el dolor de cabeza y el estómago revuelto que tenía hasta el momento. Volví a la casa tan rápido como puse y vi que Miri estaba en el sofá viendo la tele así que me senté a su lado mientras me ponía algo más cómodo.
- ¿Cómo estás?- pregunté sabiendo que no debía estar bien porque si han dormido separados es que ha pasado algo que no sé.
- Bien- respondió, al parecer, sinceramente, lo que me relajó. Imaginé entonces que había sido una tontería seguramente- ¿qué tal tu fiesta?
- ¿Mi fiesta? Será la tuya- no sabía a qué se refería con eso.
- No no. La tuya, la que te montaste con Maverick en la habitación.
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No me pidas más (Marc Márquez)
FanfictionCuando piensas en la persona adecuada, en su forma de ser, en la manera de mirarte y, sobre todo, en lo que te hace sentir, dejarías todo por seguirle donde quiera que vaya. ¿Pero esto siempre es así? "Prefiero perder mi orgullo por la persona que q...