"Minini" tú

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Hoy lunes 14 de mayo, tras un largo viaje de vuelta, les presento a mis alumnos una nueva incoporación a la escuela: Julia. Va a ser una de las nuevas profesoras, para echarme una mano con algunos de los grupos. Y digo una de las nuevas porque en poco tiempo tendríamos que aumentar el personal que hay actualmente trabajando porque, afortunadamente, tenemos más demanda que oferta y habrá que aumentar el número de grupos.

La sorpresa fue la gran aceptación que tuvo rápidamente. Sabía que les acabaría gustando porque tiene mi mismo estilo y somos muy parecidas en esto, pero pensaba que al principio estarían más reacios a este nuevo cambio.

- Adiós, profe- dijo uno de los niños más pequeños que tenemos en la escuela, que era el único que quedaba por salir.

- Adiós, grandullón. Nos vemos el miércoles- respondí antes de cerrar la puerta.

- ¿Cómo los has visto?- me preguntó Julia mientras se recogía el pelo en una coleta alta.

- ¡Estupendo! Les has encantado y están todos emocionados con una profe nueva, así que no tienes de qué preocuparte- la tranqulicé.

- Estaba bastante nerviosa- admitió con uan sonrisa.

- Pues ya te digo, no te preocupes que son muy buenos. Y si en algún momento te saturas no tienes más que avisarme porque yo estaré en la clase de al lado.

- Perfecto. Lo que me tendrás que mandar el horario para que me quede claro porque si no voy a tener un lío monumental.

- Sí tranquila yo te lo mando que ya lo tengo listo. De hecho, tenía que haberlo traído para dejarlo ya aquí- respondí mientras pensaba que lo mejor sería publicarlo en el tablón de la entrada para que estuviera de cara al público.

- Bueno pues si no necesitas nada más, me voy ya.

- Claro sí. Mañana nos vemos a las 16h. Yo no tengo clase a esa hora pero estaré aquí por lo que puedas necesitar.

- Genial, Aina. Muchas gracias por esta oportunidad- dijo dándome un abrazo antes de irse.

Hice en un momento el horario para la entrada y lo colgué en el tablón que teníamos junto a la entrada.

Llegué a casa pensando en abrir de nuevo algunas inscripciones, pero antes debería encontrar otro profesor o profesora, porque si no ya no nos quedan más horas

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Llegué a casa pensando en abrir de nuevo algunas inscripciones, pero antes debería encontrar otro profesor o profesora, porque si no ya no nos quedan más horas. Tendría que ir pensándolo.

Cuando entré en casa me recibieron un par de personas que no esperaba: mi hermano y mi sobrino.

- ¡Hola tita!- dijo desde el suelo, donde estaba jugando con unos aviones.

- ¡Hola cariño!- me acerqué a él y le di un gran beso sonoro, a lo que él sonrió, dejando ver sus preciosos hoyuelos que, al menos, de nuestra familia no los ha heredado.

- Qué pasa, minini- saludó mi hermano sonriendo.

- ¡Qué pesado con minini! Nunca entenderé por qué me llamas así- respondí abrazándolo.

No me pidas más (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora