Yo no me arrepiento

407 29 8
                                    

MARATÓN 2/4

Después de la buena bronca de Emilio y de confirmar que, efectivamente, Aina no le caía nada bien, me duché y me vestí un poco formal para la visita de mi queridísima cuñada.

- Maaarc. Ya están aquí- avisó mi madre

- Bajo- respondí con toda la mala gana que pude.

- Marc- dijo ella a modo de saludo al verme.

- Blanca- respondí igualmente. Ni dos besos ni nada. ¿Para qué? Si ya ambos sabíamos que nos caíamos fatal mutuamente.

Durante la comida hablamos de todos los temas posibles, por tal de que el silencio no hiciera ninguna presencia de las suyas. Yo entraba y salía de la conversación como podía, porque no lograba mantener la concentración durante mucho tiempo. Aina no salía de mi cabeza.

- Bueno, Marc. ¿Tú qué tal con Aitana?- preguntó de repente

- Aina- rectifiqué viendo como ella sonreía disimuladamente antes de llevarse de nuevo el tenedor a la boca.

- Eso. ¿Qué tal con Aina?

- Está todo genial- fingí ante la atenta mirada de mis padres y mi hermano.

- Ahh que bien, me había enterado de otra cosa.

- Blanca- advirtió mi hermano cuando ya la veía venir.

- Pues entérate bien de las cosas antes de hablar- respondí con acritud mientras recogía mi plato y me levantaba. Ya me estaba hartando y no quería liarla, por el bien de mi hermano.

- Lo haré para la próxima, sí- respondió ella de la misma manera.

- Chicos, por favor- mi hermano volvía a mediar en lo que estaba pasando.

- Tranquilo, ya paro- dije antes de entrar en la cocina, seguido por mi madre- mamá, no quiero más broncas hoy por favor- supliqué y sin decir nada más me abrazó.

- Marc arréglalo, por favor te lo pido.

- Mamá, no puedo arreglar nada porque no he hecho nada. ¿Qué puedo hacer? No puedo controlar a los periodistas ni la prensa ni nada. Son temas donde yo no puedo entrar.

- Habla con ella aunque sea- continuó- mejor eso que darlo todo por perdido ¿no crees?

- No creo que sirva para nada. Conozco a Aina y es muy cabezota. Le afecta leer todo eso y llegará a un punto que hasta se lo crea.

- Lo que no puedes es seguir así, pagándolo con todo el mundo.

- Lo de Blanca no es de ahora eh. No la he aguantado nunca.

- Pues debes hacerlo. ¡Es la novia de tu hermano!- me riñó- y debes aceptarla en la familia.

- Mira mamá...no tengo ganas de discutir- bebí un vaso de agua y salí de casa.

Afortunada o desafortunadamente me encontré con una conocida nada más salir de casa.

- Marc- saludó sorprendida. No sé de qué se extrañaba, porque estaba en mi calle.

- Hola Laura- respondí dudando si acercarme a darle dos besos, hasta que lo hice. ¿No me dicen que lo pago con todo el mundo? Pues me propuse que dejara de ser así.

- ¿Cómo estás?

- Pues mira muy bien- sonreí falsamente- va todo estupendamente. ¿Y tú qué tal?

- Bien, ahí vamos- murmuró.

- ¿Tienes algún plan ahora?- pregunté antes de darme cuenta de lo que había propuesto indirectamente.

No me pidas más (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora