Me importas

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El tiempo pasaba y nos quedamos solísimas las tres esperando que llegara Álex, que había prometido venir, según nos había contado aquel chaval que había venido antes de empezar la carrera, aunque las ganas que teníamos de irnos iban en aumento.

- Yo no me fío- dijo Nuria poniéndose de pie.

- ¿Por qué no?- pregunté viendo cómo se estaba desesperando ya.

- Aina, espabila. Le hablaste el otro día y no te respondió y ahora manda a uno a decirte que esperemos aquí que ahora viene. ¿Seguro?

- Espera- dijo Miri situándose frente a Nuria- ¿y si ese chico que ha venido antes no era realmente conocido de Álex y se lo ha inventado?

- Pero si tenía una invitación suya- respondí.

- Y además, ¿por qué iba a hacerlo? No tiene sentido eso. Pero sí que nos ha podido dejar tiradas.

- No sé. A mí esto no me huele bien.

- Me estáis dando miedo- murmuré- esperamos 10 minutos. Si no viene, nos vamos ¿os parece?

- Vale- dijeron las dos mientras se sentaban.

- ¿Por qué no iba a venir?- preguntó alguien, llamado Álex, que había aparecido de la nada, a nuestras espaldas, por lo que nos pegó un buen susto.

- Tardabas demasiado.

- No es fácil moverse por aquí siendo piloto, había demasiada gente parándome.

- Tss...creído- dijo Miri.

- Miriam- la calló Nuria. Si Nuria la llama por su nombre al completo, más le vale estar calladita.

- Bueno ¿me seguís?

- Depende- dije- ¿dónde vamos?

- A mi motorhome, a hablar.

- Yo sigo sin entenderlo- dijo Nuria.

- ¿Vamos?- ya les estaba preguntando a ellas. Sabía que Álex quería hablar conmigo, pero mis amigas eran mi prioridad ahora mismo.

- Te seguimos- respondió Miri y vi cómo Nuria asentía, así que empezamos a caminar tras Álex.

Tras llevar un rato andando, en total silencio, llegamos al motorhome que nos había dicho antes, donde imagino que dormían ellos dos. Entramos sin preguntar, pero Álex tenía que notar seguro que las tres estábamos incómodas no, lo siguiente. Cerró la puerta tras de sí y se quedó mirándome.

- ¿Y bien?

- Ahora tengo que salir un momento. Os quedaréis aquí ¿verdad?

- ¡¿Otra vez?!- dijo Nuria antes de resoplar.

- Álex ¿qué pasa? Joder qué intriga todo en serio. ¿Quieres hablar conmigo no? Pues hazlo ya.

- Sí quiero hablar contigo pero ahora no puedo, esperad un momento aquí- no dijo nada más. Salió del motorhome dejándonos con la cara desencajada y sin saber qué hacer.

- Chicas ¿qué hacemos? Si queréis nos vamos- dije para que ellas entendieran que podemos irnos, aunque el señorito Márquez nos lo quiera impedir.

- Si tú tienes interés en hablar con él, nos quedamos por ti. Si no, nos vamos.

- Vale- respondí- esperaremos un poco.

Pero ese "poco" se convirtió en media hora, de la cual estuvimos la mayor parte en silencio, porque no sabíamos qué decir, ni qué hacer ni nada, hasta que Miri habló.

- Me muero de hambre- y era normal. No comíamos nada desde el desayuno y las tripas ya nos empezaban a sonar.

- Yo también tengo tantísima hambre- dije.

No me pidas más (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora