Un argentino

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Última parte del maratón con vuestra participación 👇

- Perdona- respondió intentando tranquilizarse mientras se agachaba a hacer el tonto, porque no pensaría que eso lo podía ni siquiera tocar- ¿era importante?- no dejaba de mirar hacia el suelo intentando adivinar qué es lo que era lo que había roto.

- Era un regalo. Así que claro que era importante- recogí la bolsa y un trozo donde veía la etiqueta que tenía el botecito para, al menos, quedarme con eso.

- Te pagaré lo que ha costado.

- Muchas cosas me tienes que pagar tú a mí- solté así de repente. Y cuando me dí cuenta de que lo había dejado caer con todas las letras, cambié el tema- además, no sé ni cuánto vale. Te repito, es un regalo. Se lo explicas tú a Maverick ¿vale?- y ¡puum! su expresión dejó de mostrar tristeza para mostrar ira e impotencia. Te jodes.

- Siendo de Maverick no costará mucho entonces.

- No se puede estar cayendo más bajo, Marc. Mira que te conocía poco o nada, pero lo que conocí de ti se me ha caído en días. En muy pocos días.

- No quiero dar esa impresión- aceptó- pero me pone nervioso tenerte por aquí.

- Tranquilo. Sé que suena muy lejano, pero en cuanto acabe esto en noviembre, no me verás más. Soy la primera que está deseando irse de aquí.

- ¿Y por qué no lo haces? Puedes rechazar el contrato.

Mira...podría decirte que el motivo por el cual no puedo irme es porque tú has sido muy listo a la hora de chantajear a la gente y ahora a la que chantajean es a mí.

- Porque ya me he comprometido. No me gusta dejar las cosas a medias. Aunque tenga que verte la cara cada dos semanas. En fin, Marc, no me apetece estar más aquí. Me voy al hotel ya- dije girándome y volviendo a andar, no sin antes mirar con tristeza los cristales rotos con las gominolas en el suelo- eso es una putada, hay un montón de cristales. Avisa a alguien que lo pueda quitar de ahí.

- ¿Y yo por qué?

- ¿No eres tú el que dirige todo el cotarro este? Pues te ha tocado. Además, lo has tirado tú, te recuerdo. Así que nada, ¡adiós!

 - Suerte con tu carrera. Aunque ya he estado viendo que te va bien- dijo sin saber muy bien por qué. Pero ni siquiera me molesté en volver a mirarlo.

- Suerte con Lucía.

- ¿Y con el mundial no me deseas suerte?

- No. Ahora voy con Maverick- y aunque él sabía que realmente me daba igual porque no me importaba esto lo más mínimo, sabía que le había dolido.

Llegué al hotel emocionalmente cansada, porque había sido una conversación bastante intensa con Marc. Y si a eso le sumas el previo viaje de más de 10 horas, pues podéis imaginar.

Y lo mejor del día llegaba ahora. Estuve hablando con Nuria por Skype y consiguió hacerme el resto del día más ameno.

- ¡Vaya ojeras!- dijo nada más verme, haciéndome reír.

- ¡Qué alegría, hija! Así da gusto hablar con alguien.

- Que no cariño mío que estás guapísima. ¿Ya estás en el hotel?

- Sí- dije con desánimo mientras giraba la pantalla del portátil para que viera la habitación- ésta será mi casa hasta el lunes.

- ¿Y cuál es el siguiente destino?

- Miami- respondí con una gran sonrisa en la cara- hasta el domingo que viene, una semana casi. Y después Austin con mis niñas- eso era lo que realmente quería que llegara ya.

No me pidas más (Marc Márquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora