4º Bésame.

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(T/N):

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(T/N):

— ¡Muñeca! —saludó con una sonrisa cuando recién entré a la clase.

— Buenos días, ya te he dicho que no me llames así —contesté, sintiendo ese ligero ardor en las mejillas.

Quedé pensativa gran parte de la noche por el beso que casi nos dábamos, pero al ver a Jungkook actuar con tanta normalidad, decidí no quedarme atrás y hacer lo mismo. Quizá fue algo insignificante y solo estaba jugando como de costumbre.

— Te llamaré como quiera —nuevamente despeinó mi cabello cual mascota.

— Aquí vamos a pelear.... —rodeé mis ojos sentándome tras el.

— ¿Has hecho la tarea de biología?

— Si, sabía que me la pedirías.

— Tranquila, no quiero tu tarea solo intentaba conversar.

— Lo siento —sonreí un poco avergonzada—. ¿Si y tú?

— Si la he hecho, aunque seguramente no me creerás.

— ¡Princesa! —gritó Baekhyun desde la puerta haciéndome una seña para que saliera.

— ¡Princesa! —imitó Jungkook haciendo unos gestos extraños que me hicieron reír.

— Ya regreso, Jungkook.

— Sí, lo que sea —se puso de pie conmigo—. Hey Momo, ¿cómo te va, linda? —caminó hasta el asiento que estaba vacío junto a ella.

¿Acaso se había molestado?

Da igual, que hable con Momo si es lo que quiere.

— ¿Qué quieres? —pregunté en seco.

— Buenos días para ti también, amaneciste muy hermosa —me dio un forzado y rápido abrazo, el cual esta vez no correspondí.

Esos halagos no te los cree ni tu abuela, farsante.

— ¿Bien y tú? —pregunté sin muchas ganas de seguir escuchándolo hablar.

— Triste, te extraño Sunni. Se que fui un tonto al ilusionarte pero en verdad quiero que estemos juntos, incluso más que antes.

— Baekhyun, ya te he dicho que no.

— Silencio —susurró sobre mis labios. Luego me besó, haciéndome sentir cosquillas en todo el cuerpo.

No estaba, ni se sentía bien. Incluso era doloroso verlo así, fingiendo que me quería cuando en el fondo sabía perfectamente que yo no significaba nada para el.

La historia no se podía repetir, ya no jugarías conmigo Byun Baekhyun.

— Te he dicho que me canse de esperarte, por favor entiéndelo —lo empujé con algo de fuerza y entré nuevamente al salón. El no pudo hacer nada para detenerme, ya que una profesora llegó y comenzó a llamarle la atención por no estar en su piso.

Secretos | Jungkook. En edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora