16° Decirte.

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Sunni:

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Sunni:

Jungkook echó su cabeza hacia atrás mientras mordía con fuerza su labio inferior, me gustaría saber que era lo que estaba pasando por su mente en esos momentos. Volteo y posó una mirada retadora sobre mi, nadie nos veía, nadie nos escuchaba, nadie sabía lo que mi mano estaba haciendo bajo su pantalón.

— Ahh, Sunni —susurró y me tomó con fuerza de la nuca para besarme. Mi mano seguía subiendo y bajando por todo el miembro de Jungkook, sentía su piel cada vez más caliente.

— No tengo idea de el porque estas haciendo esto pero no pares, hazlo más rápido —pidió.

Yo no podía gesticular ni una palabra, solo obedecí y mis movimientos aumentaron de velocidad, Jungkook se acercó más ami y mordió mi hombro bastante fuerte pero no me provocó dolor más bien fue satisfactorio. Comenzó a mirar a todas partes asegurándose de que nadie volteara a vernos, yo repetí su acción y notamos que la mayoría ya estaban quedándose dormidos como el profesor, soltamos una leve risa y proseguí con lo que estaba haciendo.

— Estás... loca —gimió con lo ojos cerrados. Yo reí a lo bajo—. Así, cariño... más fuerte —puso su mano sobre la mía y comenzó a agitarlo a su ritmo.

Ese fue el momento más bizarro que he tenido en mi vida, ambos nos mirábamos a los ojos mientras mi mano seguía en su miembro y la suya sobre la mía.

— Sunni —dijo con la voz agitada.

— ¿Qué?

— Ya va a salir, voy a correrme —avisó.

Dejó de mover su mano y por ende yo también paré, sentí como mi palma comenzó a mojarse con un líquido caliente.

Semen.

Jungkook arrancó una hoja de papel de una libreta y la puso sobre mi mano para evitar que el líquido se derramara por todas partes. Nos miramos y simplemente sonreímos, no podía creer lo que acababa de hacer.

— Ve a lavarte las manos, yo saldré en un minuto —besó mis labios.

Me levanté en silencio y fui a hacer lo Jungkook me dijo, al llegar al baño me miré en el espejo y toda la vergüenza que no había sentido hace unos minutos invadió mi cuerpo justo ahora.

¿Desde cuando soy atrevida y arriesgada? Sonreí como tonta y aproveché para mojar mi rostro también, por mi mente se plasmó la imagen de Jungkook excitado y sentí mis mejillas tan calientes como si alguien les hubiera prendido fuego, cuando le contará a Lisa seguramente no iba a creerme pero ahora no quería salir del baño, no quería ver a Jungkook, no quería hablar con el, tenía vergüenza y eso me provocaba soltar risas nerviosas.

— ¿En qué piensas? —preguntó Jungkook, recargándose en la pared. Mi corazón casi se me sale del susto.

— Este es el baño de mujeres, estaremos en problemas.

Secretos | Jungkook. En edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora