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Sunni: Un mes después

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Sunni:
Un mes después.

— Estoy harto —se quejó Jungkook, cerrando el libro de historia.

— Aun hay que estudiar tres capítulos más, el lunes es el examen —recargué mi cabeza en su hombro.

— ¿Y si vamos a jugar videojuegos a mi habitación? —sonrió.

— Siempre me ganas y eso no es divertido, mi amor.

— Claro que es divertido vencerte —rió burlón.

— Si terminamos de estudiar, te prometo que el resto de la tarde jugaremos los videojuegos que tu quieras —besé su mejilla.

— Bien, ya que.

La próxima semana sería de exámenes finales, si quería que mi madre me siguiera dando permisos para salir con Jungkook tenía que mantener mis buenas notas, al igual que el, yo ya me sentía muy cansada pero teníamos que continuar para poder aprobar. Me gustaba mucho ir a casa de Jungkook pues nunca había nadie y podíamos hacer todo lo que quisiéramos sin ningún tipo de regla y cuando finalmente terminamos los capítulos restantes, nos dirigimos a su habitación a jugar un poco en la consola, como era de esperarse Jungkook me venció en todas las partidas.

¿Cómo puede ser tan bueno en todo lo que hace?

— Marcador final ocho a cero, soy el campeón —se autoaplaudió.

— Uy, vaya novedad —me recosté en la cama.

— Si sigues practicando un día serás tan buena como yo, amor.

— Cariño, ¿podrías irme a dejar ya a casa? Mi madre me dijo que llegara antes de las ocho y falta media hora para eso.

— Quisiera que te quedaras aquí para siempre.

— Me encantaría.

— Aun tenemos treinta minutos, ¿porqué no follamos? —alzó una ceja.

— Bien, pero que sea rápido.

Ya era una costumbre que follaramos casi todos los días, no importaba si estábamos en mi casa, su casa o en el auto, creo que solo nos faltaba en el instituto y no dudaría que algún día llegue a pasar, la relación tenía un balance perfecto entre el amor y el sexo, nos amábamos tanto como nos deseábamos y era increíble encontrar ambas cosas en la misma persona.

Jungkook se abalanzó sobre mi para besarme mientras yo escabullí mi mano hasta llegar a su miembro para masajearlo por encima del pantalón, luego de haberlo echo tantas veces ya había perdido la decencia cuando se trataba de que hiciéramos el amor. Ambos nos deshicimos de nuestros jeans y ropa interior, no teníamos mucho tiempo como para desnudarnos por completo pero igual lo disfrutaríamos. Jungkook inmediatamente buscó un preservativo en uno de sus cajones y se lo colocó de prisa.

Secretos | Jungkook. En edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora